Raúl Guajardo Cantú
El Partido Movimiento Ciudadano aspira a constituirse en el fiel de la balanza del próximo sexenio, no a llegar a la presidencia, para ello consideran los naranjas que les faltarían otros 6 años más, por ello habría que preguntarse ¿Qué está pasando en MC?
Como en todo partido, MC tiene grupos de interés en su interior, grupos que hacen acuerdos entre sí, cambian de opinión y hacen otros acuerdos, por ejemplo, durante un buen tiempo se habló del eje Jalisco-Nuevo León, ya que estos dos estados, muy importantes por lo demás en el ámbito nacional, son gobernados actualmente por ese partido.
De alguna forma Enrique Alfaro y Samuel García se constituían en figuras importantes de los naranjas precisamente por gobernar estos estados y establecieron entre ellos una especie de pacto para apoyarse en situaciones diversas de índole político.
En algún momento se pensó que alguno de ellos podría ser el candidato de MC a la presidencia, sin embargo Alfaro se bajó de la contienda y abrió primero la puerta a una alianza llevando como abanderada a Xóchitl Gálvez, posteriormente apoyó a Samuel y ahora le hace un guiño a Marcelo Ebrard.
Alfaro también se lanzó fuerte contra el líder nacional del partido naranja y aseguró que él no sería rehén de un “burócrata de partido”. Estos cambio quizá puedan ser explicados por las particularidades del entorno naranja en Jalisco, en el cual al gobernador jalisciense le conviene ir en coalición con el llamado PRIAN para así poder conservar la gubernatura ente los embates de Morena en la entidad.
Samuel por su parte no quiere ver ni en pintura al PRIAN debido a que ha tenido serios encontronazos con dichos partidos y los culpa por no poder dar rienda suelta a sus aspiraciones presidenciales, de ahí que primero se opuso a lo dicho por Alfaro en favor de Xóchitl y ha insistido en que el candidato de MC debe ser un “nativo” del partido naranja, obviamente intentando cerrar la puerta a Ebrard.
Por su parte, Dante ha coqueteado con la idea de que él quiere ser candidato presidencial, a sabiendas de que no es un político popular, sino un muy buen político “en corto”, es decir, de los que saben llevar a cabo las negociaciones que constituyen el quid de la política.
Movimiento Ciudadano deberá solucionar sus diferencias internas si quiere de verdad convertirse en el fiel de la balanza por la vía de tener un grupo más o menos numeroso de legisladores en ambas Cámaras, en caso contrario lo más probable será que se enfrente a un panorama en el cual su desaparición no se vea tan lejana.