Murió el ex dirigente del sindicato petrolero, con una vida pública y privada de controversia.
Su carrera política estuvo marcada por controversias. En 2001, se reveló que 500 millones de pesos del STPRM se desviaron para financiar la campaña presidencial del priista Francisco Labastida en 2000, conocido como “Pemexgate”, lo que resultó en una multa de 1,000 millones de pesos al PRI en 2003.
Romero Deschamps también fue conocido por su estilo de vida ostentoso. En 2008, se descubrió que poseía un departamento de lujo y un yate en Cancún, valuados en millones de dólares. En el mismo año, se informó sobre su reloj de 18 quilates con un precio estimado de más de 400,000 dólares.
El empleado del líder petrolero, conocido como Don Arturo, también fue señalado por tener una vida de lujos cuando se le mostró apostando hasta 30,000 pesos en carreras de caballos. El diario Reforma reportó que el chofer de Romero Deschamps solía sacar fajos de billetes de 500 y 1,000 pesos para jugar en competencias simultáneas en el Hipódromo de las Américas y en hipódromos de Estados Unidos.
Escándalos de sus hijos: Además, sus hijos atrajeron la atención mediática, como su hija Paulina, quien compartió fotos de sus viajes en aviones privados y comerciales, paseos en yates y compras en tiendas exclusivas. En 2013, se informó que regaló un Ferrari Enzo de edición limitada a su hijo José Carlos.
La construcción de una costosa mansión en Acapulco fue su escándalo más reciente, valuado en 6.4 millones de dólares. Romero Deschamps participó en la campaña de José Antonio Meade, candidato presidencial de la alianza “Todos por México”, y fue objeto de críticas por sus excesos.