mié. Sep 18th, 2024

Raúl Guajardo Cantú
Los enterados han sostenido durante muchos años que para los gobernantes los peores años son el último y el séptimo.
El séptimo evidentemente porque se enfrentan al choque frente a la realidad de que ya no tienen el poder que solían tener, hay una anécdota según la cual aun presidente su sucesor lo dejó sin vehículo para regresar a su casa luego de salir de la ceremonia en que se traspasó la banda presidencial. Así inició su séptimo año.
Por lo que respecta al último año de gobierno, se comenta que en este el presidente comienza a perder poder, sobre todo cuando se “destapa” a quien será, tentativamente, su sucesor, en el caso actual, sucesora.
Andrés Manuel cedió ya, simbólicamente, el “bastón de mando” a Claudia Sheinbaum, quien aunque no es oficialmente la candidata de Morena y sus partidos aliados a la presidencia, lo es de facto, ya de hecho se encuentra en plena campaña recorriendo el país bajo la figura de coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
Así es que nos encontramos en el último año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador quien deberá entregar la banda presidencial el 1 de octubre de 2024 a su sucesora, quien sea que haya sido elegida por los mexicanos en las elecciones del año próximo.
López Obrador ha sido uno de los presidente con más poder en los últimos 100 años, su palabra era ley y los legisladores no osaron cambiar ni una coma a sus proyectos de Ley, tampoco sus subordinados lo hacen si desean continuar con sus puestos, varios son los ejemplos de aquellos que quisieron tener un poco de independencia y terminaron defenestrados.
No tenemos todos los datos para saber si realmente en estos momentos AMLO está perdiendo poder, sin embargo, ya se presenta una lucha soterrada por definir quién será el abanderado de Morena para contender por el segundo puesto en importancia del país: la Jefatura de Gobierno de la CDMX.
Claudia ha insistido en llevar como candidato a Omar García Harfuch, los “duros” del movimiento de López Obrador, que se supone no se mueven sin la venia de este, impulsan a Clara Brugada, será interesante ver el desenlace de esta lucha de fuerzas que podría desgastar prematuramente a Sheinbaum.
Pero no es solo al interior de Morena y del gobierno en que se puede ver si AMLO pierde o no poder, también se puede ver en la forma en que reaccionan otros actores políticos, por ejemplo en la forma en que están reaccionando los trabajadores del Poder Judicial de la Federación y cómo lo están haciendo en los estados grupos que se consideran marginados en las potenciales candidaturas para contender por los gobiernos estatales, contiendas que tienen otra dinámica.
Debemos estar atentos a estos signos para entender lo que puede pasar y saber cómo llegará al séptimo año.

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