Raúl Guajardo Cantú
El gobernador del estado, Samuel García Sepúlveda, presentó su solicitud de licencia para separarse del cargo con la finalidad de contender por la presidencia de la República en lo que pudiera interpretarse como un intento de “madruguete” tanto al Congreso local como a su partido Movimiento Ciudadano.
Lo que quizá no esperaba Samuel era la gran cantidad de mensajes de repudio, de críticas a una decisión que tantas veces dijo que no tomaría, la de separarse de su cargo para ir en pos de la presidencia, un tema que ocupó parte de su campaña hacia la gubernatura.
La respuesta fue brutal en las redes sociales X e Instagram, en ambas prevaleció sensación de que el gobernador había traicionado a Nuevo León, de que puso por encima de su compromiso con el estado, sus ambiciones personales.
Para desgracia de Samuel, parece que Dante Delgado interpretó el intento de “agandalle” de Samuel, precisamente como eso y ante las preguntas de los reporteros al respecto, deslizó la posibilidad de llegar a un acuerdo con el exsecretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y nombrarlo su abanderado a la presidencia y, en último caso dijo, se postuló él mismo.
Consideramos que fue una respuesta con un trasfondo que va más allá de los dicho: Dante le está señalando a Samuel que no es él quien decide lo que MC hará o no, sino que el líder de ese partido es él.
Por lo que respecta al Congreso local, parece que el gobernador sorprendió hasta a sus propios compañeros de partido, ya que en algún momento del día, Eduardo Gaona, líder de la bancada naranja, aseguró que la licencia debería ser, inicialmente, por treinta días para competir en la interna, que se llevará a cabo durante el mes de noviembre y, posteriormente, un segundo periodo ese sí por 6 meses para desarrollar la campaña en pos de la presidencia.
Las bancadas del PRI y el PAN tardaron un poco en reaccionar, dado lo confuso de la redacción de la solicitud de licencia, en la cual no se señala un periodo específico, sino que se hace alusión al artículo 121 de la Constitución local, en el cual se señalan ausencias menores a los 30 días, pero al mismo tiempo se menciona la campaña presidencial, lo que implicaría una licencia por 6 meses y dejar en manos del Congreso la designación del interino, como lo señala el artículo 122.
Luego de la sorpresa inicial, los legisladores le dieron 24 horas al gobernador para aclarar los términos de su licencia.
Lo que sí está claro es que Samuel no inicia su aventura con buenos augurios y sí con el pie izquierdo.