Monterrey.- El primer desafío para proteger la primera infancia es cambiar el modelo de distribución de la riqueza, para disminuir la pobreza y la indigencia, urgió Adrián Gustavo Rozengardt, consultor argentino de la UNICEF, la UNESCO y la OEA.
El doctor en ciencias sociales y experto en políticas públicas sostuvo que el modelo actual de capitalismo salvaje no es el mejor para resolver las condiciones de pobreza e indigencia de la niñez.
Al participar en el 23º Encuentro Internacional de Educación Inicial y Preescolar de los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad”, propuso garantizar ingresos suficientes a familias y servicios de calidad a niñas y niños.
Ello, para que desarrollen sus plenas capacidades y sus familias puedan trabajar, estudiar y realizar actividades culturales, deportivas, políticas y sociales.
Sin embargo, reiteró cambiar el modelo capitalista, pues “no basta con ofrecerles a niñas y niños lo mejor que tengamos”.
Dijo que otro desafío es encontrar el camino para detener la violencia, el acoso y el abuso infantil, particularmente contra las niñas dentro de los espacios familiares.
“Es un flagelo que destruye para siempre la posibilidad de millones de niños y niñas de vivir su vida, si no es que la violencia se las arrebata”, dijo.
Rozengardt, quien es director nacional de Primera Infancia en Argentina y coordinador de programas de calidad en varios países, aseveró que otro desafío es defender el medio ambiente en que deben crecer, jugar y aprender.
En su conferencia “Contextos y desafíos de los sistemas de cuidado y protección de la primera infancia”, planteó que las políticas públicas no deben tener como apellido “políticas para pobres” o “lucha contra la pobreza”, ya que segmentan y esos segmentos sociales nunca son iguales ni parejos.