Raúl Guajardo Cantú
Mientras redactamos estas líneas, a un lado de la “Explanada de los Héroes” el gobernador Samuel García inicia su precampaña con miras a la presidencia de la República que se disputará el año próximo, un proceso que por ahora se encuentra muy polarizado y en el cual Samuel llega con entusiasmo y un poco de retraso.
Cuando ganó la gubernatura aseguró que se mantendría en el cargo durante los seis años correspondientes, sobre todo porque fue cuestionado acerca de la decisión que tomó su antecesor de buscar la presidencia durante el proceso electoral de 201 y hoy, con razón, asegura que se vale cambiar de opinión, sobre todo cuando, asegura, ya ha cumplido gran parte de los compromisos que hizo con los nuevoleoneses durante su campaña por la gubernatura.
Samuel es un político joven, que tiene derecho a soñar con más, con crecer, nadie le niega, ni le puede cuestionar, ese derecho, como tampoco nadie deja de exigirle que cumpla con lo que prometió a los nuevoleoneses, un mejor medio ambiente, una mejor movilidad, crecimiento económico y sobre todo, seguridad.
Quizá debido a esa juventud, y a una natural falta de experiencia en el toma y daca que es la política partidista, es que se confrontó fuertemente con el Congreso local, pese a que al inicio de su gobierno parecía que habría un buen entendimiento entre ambos.
No fue así, la relación se descompuso, se agrió, cruzaron acusaciones de incumplimiento de compromisos por parte de ambos bandos, ello generó que en el estado los ciudadanos no supiéramos quién era quién, que los servicios que debieran prestarnos fuesen de menor calidad a la requerida.
Es necesario reconocer que la promoción económica que ha hecho Samuel ha sido buena, hay comprometida un importante volumen de inversión que llegará a Nuevo León durante los próximos años, incluido el megaproyecto de Tesla.
Por supuesto que hay áreas de oportunidad, por ejemplo la movilidad y la seguridad, la primera es un área en la que no se puede esperar soluciones de un día para otro, es un problema complejo, que requiere de la participación de gobierno y empresarios, la cual hasta ahora no se ha presentado en la medida de las necesidades.
En el rubro de la seguridad parece que hemos dado uno o varios pasos hacia atrás, al menos por lo que respecta a los delitos de alto impacto, como es el caso de los homicidios.
No sabemos en qué quedará la apuesta que realiza Samuel, pero nos gustaría que cualquiera que fuese el resultado, Nuevo León no se vea perjudicado.