Fondo Político
Por: A. C. Guerra
Pues ya por fin hubo “humo blanco” en el congreso local en torno a la designación de un gobernador interino, cargo que ocupará a partir de este 2 de diciembre Luis Enrique Orozco, ex vice Fiscal del estado y Samuel García ya podrá atender su campaña en pos de la candidatura de Movimiento Ciudadano para la Presidencia de la República, una aventura que no tiene en realidad otro destino que no sea el fracaso, como ya le sucedió a su antecesor.
Al FosfoGober se le metió en la cabeza que él podía ser candidato presidencial y de conseguirlo, alcanzar la silla presidencial. Un sueño guajiro que ha derivado en un gran problema para el estado de Nuevo León en lo político, pues mientras que el mandatario estatal se entercó en designar a quien lo sustituyera durante su ausencia de seis meses, el congreso designó, de acuerdo a la ley, a quien estaría al frente del gobierno del estado.
Pero ambos fueron vetados para dicho encargo y la pelota le fue devuelta al legislativo estatal para que vuelva a designar a otro interino que no sea el que ya había designado. Como quien dice, “ni Chana ni Juana”: Javier Navarro, secretario de Gobierno del Chame y José Arturo Salinas, magistrado del Tribunal de Justicia del Estado no podían ser designados, según instrucciones de las autoridades electorales.
Al parecer, la controversia ha quedado resuelta con la designación de Luis Enrique Orozco y ahora lo que nos ocupa de manera especial es esa aventura sin sentido y sin destino que ha arrancado el Samy Boy, una aventura que, aunque sus entusiastas corifeos digan que tiene probabilidades de alcanzar la presidencia, la neta que está muuuuy difícil y lo más seguro es que termine regresando con la cola entre las patas.
Si bien es cierto que el ahora pre candidato naranja obtuvo un triunfo impensado en el más reciente proceso electoral en el estado, lo que busca a nivel nacional es muy diferente, pues para empezar, Movimiento Ciudadano no tiene infraestructura suficiente para hacer frente a una aventura de este tamaño y sus números más recientes así lo indican, ya que muy apenas rebasaron el millón de votos.
Algo que llamó mucho la atención es el desconocimiento de la historia de nuestro país por parte del imberbe pre candidato presidencial, pues asegura que se convertirá en el presidente más joven de la historia de México. Que alguien le diga que el presidente más joven que ha tenido este país se llamó Miguel Miramón, quien fue designado por el Plan de Tacubaya cuando tenía apenas 29 años. Así está en la historia, “haiga sido como haiga Sido”.
Pero, por qué la obstinación del Chame de buscar la presidencia? Hay algo que todo mundo ve pero no observa. De un tiempo para acá, Andrés Manuel López Obrador y el FosfoGober se han vuelto muy “manitos” y eso podría llevar a una explicación que no sería muy descabellada: la intención de que el Chame sea candidato no es precisamente para obtener la presidencia de la república, sino más bien para que otra persona llegue a a ese puesto. Cómo?
Pues simple y sencillo: es tanta la preocupación del presidente por una posible derrota, que “contrató” los servicios de Samuel para quitarle votos a la oposición y así llevar a Claudia Sheinbaum son broncas a la silla presidencial. El miedo es muy grande, pues Xochitl Gálvez va agarrando cada vez más fuerza y se va posicionando poco a poco por encima de la candidata oficial. La “Titina” Sheinbaum, como la llaman algunos, se ha convertido en caja de resonancia de López Obrador y eso, como que no termina de gustarle a la gente.
Ya veremos en qué termina todo esto, pero por lo pronto, ya a nivel nacional ven a Samuel no como serio aspirante sino como simple comparsa del partido en el poder… P’al baile vamos…