dom. Dic 22nd, 2024

Gerson Gómez Salas

Ya les llegó su posada. Les dijeron los antimotines. Golpe seco en los escudos. Ladrido de perros. Ocho menos quince. Juan Pegarecio le encanta hacerse notar. Todos sentados. Uno detrás de otro. Con las piernas abiertas. Uniforme gris y zapatillas blancas.

Al modulo dos del centro de readaptación social. Cambio de mandos desde la gubernatura. Las personas privadas de su libertad aguantan vara. Ya les dije callados. No hablen. El socarrón de siempre grita feliz día de la virgen.

Sacan de las celdas todo. Colchones hundidos, ropa casi en las últimas, artículos de limpieza. Hambreados muertos de hambre. Desaparece el espejo y una pluma. Juan Pegarecio patea un par de espaldas.

Hace notar quien es. Otros, los desviados, les encanta darse la vuelta en los minutos de aseo. Evangélicos, católicos, empresarios de la comunidad, grupos de alcohólicos y narcóticos anónimos, aguantan el trato de los custodios.

Reventón del día de la virgen. Es leve la requisa. Moleagua, chacharas en el desayuno. Totopos con chorizo, frijoles de la olla. Antes hasta crema. Al hambriendo jamás le deja de ruñir la tripa. Bajar o salir del camarote, requiere ponerse guapo. Afeitado al ras. La cabeza agachada. Las manos por detrás. En línea.

Los antimotines continúan golpean los escudos. De manera sorda, clara, acompasada a los ladridos de los pastores alemanes, no detectan substancias prohibidas. Tragaron cualquier evidencia al expedientes y la beneficio del  cumplir la mitad de la condena.

Buena conducta. Cursos para mentes en dispersión. Todo el Cetro de Readaptación Social huele a gas. La refinería de Petróleos Mexicanos, con sus torres quemando coque. Feliz navidad les dicen a quienes se identifican con un número.

Falta menos. Si. Para obtener los beneficios 

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