Camino a casa encuentro panorámicos llenos de anhelos que no sabía que tenía. Dos de ellos anuncian tiendas departamentales que me dicen: Navidad ¡como tú quieras!, y otro que dice: Navidad ¡a tu gusto!
Y me pregunto, ¿pues de quién se trata Navidad?
Hollywood, agencias de viajes, universidades, inmobiliarias, tiendas departamentales, y tantos otros giros de negocios quieren venderte la felicidad sin compromisos, sin límites, más rápido, más fácil, más barato, mejor, increíble.
Y allá va el corazón desbocado, pensando que sí es cierto, que se lo merece, que para eso trabaja, que vida sólo hay una, que qué tanto es tantito, que al cabo todos se van a morir y nadie se llevará nada…
…y queriendo gozar de tu libertad, empeñas el alma (y la familia y la cartera) y cuando menos cuenta te das, ya eres esclavo de tu corazón y de todos sus impulsos.
El negocio del corazón es un gran negocio.
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que entre la sabiduría en nuestro corazón”.
Sabiduría al corazón, no a la mente, porque las decisiones no siempre las tomamos conforme a lo que pensamos, sino a lo que sentimos.
Al corazón no hay que seguirlo, hay que gobernarlo.
Si tú reconoces que eres presa fácil de tus sentimientos y de todos “sus impulsos”, pide hoy a Jesucristo que te gobierne, que se siente en el trono que hay en tu corazón, y déjalo tomar decisiones por tí.
¿Cómo vas a saber si eres tú o es Él quien te está guiando en una decisión?
Hablando con Dios (orando) y esperando su respuesta (leyendo Su Palabra en la Biblia que tienes en casa)
Seamos humildes: todos somos siervos. Jesús nos puso el ejemplo.
¿Cree esto? Hable con Dios, lea la Biblia y descúbralo. Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.
Salmos 90:12 | Jeremías 17:9
Email mujervirtuosa@instruccionespersonales.com
Facebook e Instagram, @InstruccionesPersonales
Whatsapp: https://chat.whatsapp.com/IvEOo3fLUPB760llpNegXy
Telegram: https://t.me/joinchat/GadGUwf0PUjYH44I