mar. Abr 29th, 2025

“Cuando hablamos de venderle un producto a alguien lo que muchos olvidan es que lo que vendemos es ‘algo’ y a quien le vendemos es ‘alguien’. No tratamos con máquinas y mucho menos con números en una página de Excel, y por eso si queremos llegar a más gente y ser más exitosos, pensar en lo que sienten y piensan los clientes, abordando esa felicidad que buscan en el producto, es el número de ruleta al que pocos apostamos y que nos da la victoria”, destaca Pepe, fundador de Happpy, comunidad de e-learning para emprender a ser feliz.
Ante la llegada del Blue Monday, el día más triste del año, que ocurre este 15 de enero, estas son tres razones compartidas por Happpy, para tener clientes felices:

  1. Los clientes felices son tus mejores vendedores
    La conexión emocional con los clientes va más allá de las transacciones. Al establecer una relación genuina, los clientes se sienten parte de tu historia, lo que lleva a un sentido de pertenencia y lealtad, que no sólo se ve reflejado en las compras recurrentes, también en la difusión de tu marca. 2. Storyselling, para hacer felices a tus followers
    “Sí, ya tienes clientes felices, pero la pregunta ahora es, ¿cómo hacer llegar esa felicidad a tus clientes potenciales? De nada te sirve tener cientos o miles de followers en tus redes, si el contenido que generas, no les genera valor, o si cuando les quieres vender algo te dan Skip y el algoritmo te va sacando de la jugada. La solución a esto está en el storyselling”, explica Pepe.
    No hay nada como una buena narrativa para conectar con la audiencia. Lo primero es contar un problema a través de una historia (story), después viene la parte del selling, donde el emprendedor hace una oferta. Así genera contenido de valor que atrae y vende, sin tener que pagar publicidad. El resultado es nuevos clientes felices.
  2. Vendeles el unicornio
    Pocas cosas hacen felices a las personas como las ofertas irresistibles. El problema es que casi nadie sabe cómo lograrlo. “Para esto aprendí un concepto de Alex Hormozi y es: ‘vendeles el unicornio’. En lugar de construir lo más irresistible en secreto asumiendo que lo que tú dices es perfecto, hazlo al revés, acércate a tus clientes potenciales y diles:’no te vine a vender te vine a escuchar, si tú tuvieras este problema cuál consideras que sería la solución ideal y ellos te van a empezar a describir el unicornio: su producto perfecto, no el tuyo”, afirma Pepe.

Por Admin

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