En medio de una crisis que enfrenta con la iglesia católica, el Gobierno de Daniel Ortega envió al Vaticano a un grupo de clérigos que estaban detenidos en cárceles de Nicaragua.

Fueron liberados los obispos Rolando Álvarez e Isidoro Mora, 15 sacerdotes y dos seminaristas que estaban detenidos en cárceles del país, luego de que el Gobierno los acusó de actuar en contra de la administración, mientras la iglesia asegura que es
víctima de una creciente campaña de persecución mediante arrestos, confiscaciones de bienes y otras medidas legales.

El obispo Álvarez, de gran influencia en Nicaragua estaba detenido desde 2022 y fue condenado el año pasado a 26 años de prisión, en un juicio considerado político por organizaciones de derechos humanos debido a sus fuertes críticas contra Ortega.

A su vez el obispo Mora, fue detenido a finales de diciembre por decir en una misa que estaba orando por Álvarez, al igual que otros religiosos que fueron arrestados entre Navidad y Año Nuevo.

En el medio oficialista El 19, el Gobierno de Nicaragua agradeció a las autoridades vaticanas por recibir al grupo de religiosos.

En octubre pasado un grupo 12 sacerdotes católicos fue excarcelado y enviado a Roma, mientras el obispo Álvarez se había negado en febrero pasado a ser liberado junto con 200 presos políticos que fueron expulsados a Estados Unidos.