¿Ha escuchado a un padre de familia sentenciar a su hijo con un conteo para que haga algo o si no, va a recibir una consecuencia? Muchas veces, ese conteo se alarga misericordiosamente en 1, 2, 2 ½,, 2 y ¾ y dilación se le hace al papá llegar al 3.

La mayoría de los padres no quieren castigar a sus hijos, sino que éstos obedezcan, por su bien.

Muchas personas asocian a Dios con la ira, porque ciertamente el Día de la ira del Señor está anunciado en múltiples ocasiones desde Génesis hasta Apocalipsis.

Pero la ira de Dios no es contra los hombres, sino contra la maldad. Lo que Dios siempre ha buscado, como el mejor padre de familia, no es castigar a sus hijos, sino enseñarlos a seguir Sus instrucciones para que no los alcance el mal y sus resultados.

Para el hombre lo que Dios tiene es paciencia y piedad, porque si aún no hemos sido consumidos por causa de la maldad, es porque Dios extiende una nueva misericordia para nosotros cada mañana.

Dios espera pacientemente, retarda la promesa del juicio, para que acudamos a Él y pueda mostrarnos Su amor y Su compasión.

Dios no está esperando para castigar nuestros errores, sino para mostrarnos piedad.

Dios no se levanta a destruirlo todo, sino para mostrarnos compasión.

Dejemos de pensar en Dios como alguien esperando ansiosamente para ejecutar el castigo y más como alguien paciente, que nos quiere ayudar a hacer las cosas bien y a resolver las que hicimos mal.

¿Cree esto? Hable con Dios, lea la Biblia y descúbralo.  Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.

Sofonías 1:15 | Isaías 30:18 | Lamentaciones 3:22-23

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