mar. Abr 29th, 2025


Raúl Guajardo Cantú
Hace casi 8 años, durante la campaña de Jaime Rodríguez Calderón, uno de los temas más destacados fue el de la construcción del acueducto que traería agua desde el río Pánuco hasta el área metropolitana de Monterrey.
En ese entonces se entrecruzaron intereses de muy diversa especie para acusar al gobierno estatal, encabezado por Rodrigo Medina, y al federal liderado por Enrique Peña Nieto, de haber inflado los costos del proyecto y enriquecerse a costa de este.
Según algunas versiones, constructores que no se vieron favorecidos con segmentos de la obra, impulsaron las críticas en contra del proyecto, pensando en que se podría negociar para que el reparto se hiciera, no hubo tal, la obra simplemente se canceló y hoy el área metropolitana vive una de las sequías más prolongadas, equiparable a las que hubo a mediados del siglo pasado en Nuevo León.
Hoy sabemos que el agua más cara es la que no hay y amplios sectores de la comunidad están sufriendo por ello desde hace más de un año. Por cierto, entre los opositores al proyecto destacaba un joven diputado local que actualmente ocupa el cargo de gobernador constitucional del estado.
Traemos a colación el tema del agua porque en aquella ocasión pesaron más los intereses particulares y políticos que los de los ciudadanos, ya que para ese entonces ya se conocía la sequía que privaba en el sur de Estados Unidos, afectando y enfrentando a California y Nevada y se sabía que en breve afectaría al norte de nuestro país y el golpe seria, como es, muy fuerte sobre todo para una urbe como la nuestra con una gran concentración poblacional.
Los problemas hoy, además de este, van desde la contaminación ambiental hasta la movilidad, pasando por la inseguridad y la sustentabilidad, soluciones existen, pero también intereses partidistas, por lo que esperamos que, en caso de que alguno de los partidos se oponga a cierto tipo de solución de alguno de esos problemas, ofrezca alternativas viables y, en su caso, mejores en los aspectos económico y de sustentabilidad.
Pero también que los ciudadanos estemos conscientes de las implicaciones de cada una de ellas y las votemos teniendo claridad en lo que pueden significar en el corto y el mediano plazo, al final de cuentas, todos formamos parte de la democracia, la construimos día a día con nuestras acciones.
No se vale después salir con que no era nuestra intención y alegar que “no podía saberse”.

Por Admin

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *