Hoy le doy gracias a Dios por el calvario.

Porque en medio de la vergüenza, las acusaciones y la tristeza, en el calvario, Jesús venció.

Porque aunque la tierra tiemble y quiera moverme y tumbarme de seguir viendo a mi Salvador, en el calvario, Jesús venció.

Porque aunque parezca que la Luz del mundo se apaga en medio de las tinieblas y el miedo y la incertidumbre se quieran apoderar de mí, en el calvario, Jesús venció.

Porque aunque lo más sagrado se rompa de arriba a abajo y parezca que todo se derrumba, en el calvario, Jesús venció.

Porque aunque parezca que la familia queda desamparada porque un Hijo ha muerto, en el calvario, Jesús venció.

Porque aunque yo vea toda mi esperanza morir, en el calvario, Jesús venció.

Él venció.

No sé qué clavario atraviesas hoy, pero dale gracias a Dios porque déjame recordarte que fue en el calvario que Jesús venció.

David sometió a su alma a recordar TODOS los beneficios de Dios, no olvides ninguno, le decía, bendice al Señor.

Jesús les dijo a los discípulos: recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 

Mira la cruz, está vacía: en el calvario, Él venció.

Mira la tumba, está vacía: en el calvario, Él venció.

No llores más, levántate de esa silla, alégrate y avísale a todos, has recibido poder, eres su testigo: Él venció.

¿Cree esto? Hable con Dios, lea la Biblia y descúbralo.  Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.

Mateo | Marcos | Lucas | Juan | Hechos 1:8

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