vie. Abr 25th, 2025


Gerson Gómez Salas
Apenas regresaron cuatro días. Los alumnos de todas las edades guardaran las siguientes dos semanas. Lo harán llevados por el fervor religioso. Para recordar el triunfo del cristianismo. Las familias planean este periodo. Inventan actividades para mantener el orden en el hogar. Quienes menos pueden, tendrán la obligación de dejarlos al cuidado en casa de los abuelos. Cursos de natación, para ponerse al corriente en materias retrasadas. Idas al campo en el fin de semana. Salir de la ciudad e ir de shopping. Al otro lado de la frontera. Correr a los outlets. Renovar los guardarropas. En la playa de la Isla del Padre conmemoran el viernes santo y hasta el domingo de resurrección. Entre la arena y las ventajas de curar la cruda de las desveladas en la comunidad más conservadora. Las albercas de Monterrey se abren con agua reciclada. Miles de niños y padres de familia estarán bebiendo liquido tratado. Cuando eso solo se utilizaba para regar las plantas de la urbe. Llevamos prisa por mantener la calma. Por televisión transmitirán la pasión de Cristo. La versión antiquísima y tal vez, si el presupuesto lo permite, la actualización de Mel Gibson. Son los días cuando podemos disfrutar de las ciudades. Su vialidad de fluida. Todo es fantasmal. Los confederados del norte han pensado en limitar el retorno a quienes visitan a sus familias en otros estados natales. Toda la fantasía de un país tan dividido. Tan lejos del evangelio y tan próximo a la carnalidad. Aquí los esperamos a todos. Después de las dos semanas más religiosas de nuestro calendario. Con saldo blanco, hasta para los candidatos a puestos de elección popular.

Por Admin

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