Estamos a menos de tres meses de votar por aquellas personas que se postulan para ser elegidos en las elecciones del 02 de junio, a puestos de representación popular que viviremos en nuestro amado País y Estado; posiciones que son ganadas por candidatos propuestos por las diversas opciones políticas. En su origen, los partidos políticos fueron constituidos con doctrinas muy claras, sin embargo, en la actualidad, diversos partidos ya no se rigen por sus principios de inicio; grupos políticos que no tienen una identidad propia, en el sentido de ser de inspiración conservadora o liberal. Ahora esto está revuelto y es más bien la persona que representa a miles o millones de ciudadanos que en muchas ocasiones decide en lo individual u obedeciendo la línea que le exigen sus jefes políticos, quienes negocian temas a su conveniencia e intereses personales o particulares, dejando de lado el interés común. Incluso recientemente vemos situaciones de completa contrariedades; funcionarios que se conocían por sus valores o creencias y han cambiado radicalmente. Se está perdiendo el sentido común, el respeto y la confianza en los políticos.
Lamentablemente no vamos a tener opciones de elección a puestos públicos de perfiles con experiencia, con desempeño comprobado en la función pública o privada. Lo que veremos es un desfile de los mismos en otras posiciones o re elecciones compitiendo en otro partido o en alianzas; y “nuevos personajes” de la farándula como si lo que necesitáramos es que nos entretengan en el desempeño de cargos de elección popular como diputados, y regidores entre otros. Se dice que el mundo político es un negocio y está en manos de unos pocos. Que lastima que estamos viviendo en tiempos de crisis en todas las áreas y los amos del poder solo ven por su permanencia en el control. Se les olvida que son parte de esta sociedad que igual, viven en la inseguridad, falta de movilidad, grave contaminación, etc… Ha caído mucho el nivel de los participantes, ya son pocos los que estarán en estas elecciones 2024 como candidatos con verdadera capacidad y experiencia, con un interés genuino en el bien común y no solo en sus negocios particulares. Ojalá esta crisis moral de participantes en cargos de elección popular esté en sus últimos días y recuperemos el contar con gente con verdadera vocación de servicio, con una trayectoria moral y ética en esas posiciones de servicio público. Lo que oiremos en los próximos meses serán promesas, como siempre, que nos dirán lo que queremos oír, y a la hora de la hora nada de acción para llevarlas a cabo. Tenemos como opción a muchos candidatos con licencia de puestos en los que no hicieron un buen trabajo y aun así, se postulan como si no los hubieran visto no resolver y sin ninguna pena o remordimiento se promueven a otra posición. Pero aquí la culpa es también en gran parte de toda la gente que se vende en este momento, que trabaja en la promoción y compra de voluntades y se les olvida que también a ellos los traicionan. Aclaro que no generalizo, existen personas que si tienen el perfil para competir , ganar y trabajar, pero en su mayoría, esto es puro show.
Ojalá tantas reformas a las leyes sirvieran para mejorar la calidad de participantes, la exigencia del cumplimiento de su función con tiempo determinado, para que realmente contáramos con las personas más calificadas y no con las más manipuladas.
Luz María Ortiz Quintos
Instituto Nacional de Consultoría Familiar
