Cómo saber cuál te conviene
Hablar de remate de inversión y remate patrimonial no es lo mismo. La diferencia principal radica en los objetivos. Piensa en dos caminos paralelos: uno lleva a la forma mas eficiente de multiplicar tu dinero en bienes raíces y el otro a la obtención de una vivienda mucho mejor que la que podrías pagar con el dinero que tienes disponible.
Es decir, “los remates de inversión se enfocan en adquirir bienes con la intención de multiplicar el capital y obtener una gran rentabilidad a mediano y largo plazo, como quien siembra una semilla esperando una cosecha abundante. Mientras que los remates patrimoniales tienen como objetivo obtener una vivienda para habitarla o conservarla, con un gran descuento en un corto o mediano plazo, como quien encuentra una ganga en una venta de garaje”, explica Mike Ramírez, Fundador de Blun.M2, proyecto que ayuda a las personas a multiplicar su patrimonio a través de inversiones en remates hipotecarios.
Esto es importante para saber cuál de estos remates es más conveniente al momento de que el inversionista o aquellos que buscan adquirir propiedades a precios reducidos evalúen oportunidades. Entender las diferencias y características de cada tipo de remate se torna fundamental en la toma de decisiones estratégicas.
Remate de inversión y remate patrimonial
“El remate de inversión ofrece propiedades comerciales, propiedades en desarrollo, activos financieros o cualquier otro bien que tenga potencial para generar una ganancia a través de su compra a un precio reducido y su posterior remodelación, regularización, escrituración y venta a valor mercado. Este tipo de remate es atractivo para inversionistas que buscan maximizar su retorno de inversión (ROI)”, comenta el Fundador de Blun.M2.
En tanto, “el remate patrimonial se centra en la compra de una vivienda casi siempre para vivir o rentar, por debajo de su precio actual. Este tipo de remate tiene como objetivo principal adquisición de una vivienda, en donde no precisamente se busaca regularizarla, ya que se va a usar por el nuevo dueño o por alguien de confianza como puede ser un inquilino de renta”, añade Mike Ramírez.