Por Alberto Hernández
Hace diez años, tuve la oportunidad de cursar en la ciudad de Medellín Colombia el diplomado sobre “Urbanismo Social y Gestión Pública” que ofrecía la EGAP del Tec de Monterrey en conjunto con la Universidad colombiana EAFIT.
Al permanecer por varias semanas en la hermosa Medellín, ciudad a la que, no hace muchos años se le consideraba como la “más peligrosa del mundo” se transformó en la “más educada” una vez que puso en marcha el programa municipal de urbanismo social que pudo transformarla de fondo y forma, nos referimos a “Medellín la más educada”, un programa trascendental que repercutió favorablemente a todos los habitantes de la ciudad colombiana, constituyéndose en ejemplo mundial al aplicar una política pública municipal de profunda integración social.
Durante mi estancia en Medellín, tuve la fortuna de conocer y platicar largo y tendido con el precursor de dicho programa me refiero a Sergio Fajardo que en ese entonces tenía el cargo de Gobernador de Antioquía, y que tiempo atrás había concluido su gestión como Alcalde de Medellín. Por cierto el maestro, matemático y político Fajardo, años después resultó ser candidato a la Presidencia de Colombia y a últimas fechas ha formado parte del selecto grupo de investigadores y catedráticos del Tecnológico de Monterrey.
En algún momento de la charla el docente Sergio Fajardo me comentó, que cuando tuvo la responsabilidad de encabezar la Alcaldía de la ciudad de Medellín entre el 2004 y el 2007, se fijó como meta, trabajar arduamente para hacer de la entonces ciudad más peligrosa del mundo, una de las más educadas de Colombia, lo anterior mediante un modelo de ciudad que tuviera como eje rector, la educación como herramienta de transformación social.
La visión de “Medellín, la más educada” ofrecía un amplio marco de oportunidades y de superación para las personas, fortaleciendo mediante acciones concretas el desarrollo de sus capacidades y habilidades, tratando de influir en la gente para “ser mejores cada día” y con buena actitud adoptaran en su vida diaria, valores como la solidaridad, la paz, el respeto a los demás, concientizándolos de preservar y mejorar su entorno familiar y social además del medio ambiente que los rodearan.
El programa municipal colombiano, “Medellín la más educada” implementó en los primeros años del nuevo milenio, programas y acciones con un enfoque integral, intersectorial y participativo con impacto en las personas, ofreciéndoles dentro del marco de su competencia, servicios públicos de calidad, espacios recreativos de impecables condiciones, vías públicas bien trazadas y con mantenimiento, así como una infraestructura moderna y ágil para la ciudad, el programa de urbanismo social, consideró relevante también, emprender acciones de desarrollo humano y social que incluyeron acciones de prevención social primaria y aquellas que fueran efectivas con la cultura de la paz de la sociedad.
El exitoso programa municipal emprendido en Medellín Colombia por Sergio Fajardo en la primera década del año dos mil, contribuyó de manera impecable a prevenir y combatir las desigualdades y las violencias, a través de la educación entendida en su sentido más amplio. El urbanismo social como programa de gobierno municipal en Medellín Colombia aplicó una política de igualdad e inclusión social diseñando un modelo de intervención integral, aportando a sus habitantes, bienestar, seguridad, prevención, movilidad, en un marco de desarrollo humano y social.
Tuve la oportunidad de conocer y vivir esa acción transformadora en la sociedad colombiana a través no solo de la enseñanza académica sino también en la transformación urbana y social que pude apreciar, el urbanismo social deberá ser un ejemplo a seguir por las autoridades municipales de todo el país.