sáb. Sep 7th, 2024

Gerson Gómez Salas

Mas vale vivos a fallecidos. La riqueza de nada sirve. Sin salud o libertad para gozar. En la frontera sur los chiapanecos salen de México. Lo hacen llevados por la guerra fratricida entre segmentos de diferentes carteles criminales.

Plomo es la ley del monte. En las barrancas se esconde toda clase de truhanes y malandrines.

Desesperadas las familias mexicanas se encuentran con los pares de Sudamérica, el Caribe y Centroamérica.

La frontera con los Estados Unidos de América está cerrada. Cruzar usando la bestia es suicida. Todo México es controlado por territorios de células homicidas. Luego le sigue la gendarmería nacional y el Instituto nacional de Migración. Las policías municipales, las policías estatales. En medio de la nada habitan los corsarios.

A salto de mata de noche. Cuando los bárbaros huelen la sangre. Regresen por donde vinieron aconsejan. Mejor morir de hambre. En el Usumacinta mandan las maras. La cuota sube todos los días.

Al alzar los hombros aceptan el destino de millones.

Frontera norte. El invisible Ismael Zambada es noticia del momento. Donald Trump presume del poder de los traficantes. En dos minutos pueden hacer caer al gobierno. Omite decir elegido democráticamente. Presumir el poder de 300 mil personas segmentadas en grupos conformaría una guerra civil innecesaria.

La entrega de Ismael Zambada asegura múltiples reacomodos. Incluso para el poderoso y sangriento CJNG. Inteligencia, milicia y marina conocen las ubicaciones exactas de todos los lideres. Incluso el presidente Andrés Manuel lo sabe. Solo prefiere los abrazos a los balazos. Las entregas voluntarias. Como testigos cooperadores.

Desarticular las empresas relacionadas al narco. Encapsular la violencia urbana. Lograr el retorno de los huidos y chiapanecos. Paz social le llaman.

Por Admin

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