Por Gerardo De la Garza Vargas
Eres un expresidente norteamericano que busca volver a la Casa Blanca después de que el sistema judicial de tu país te halló culpable de halló culpable de 34 cargos de
falsificación de registros comerciales, sobre todo con 11 facturas, 12 vales y 11 cheques por participar en el plan para callar a la estrella de cine para adultos de que mantuvo una relación extramarital contigo. ¿Cuál es tu estrategia?
Donald Trump es un personaje único en la cultura norteamericana quien, a pesar de ya
haber sido presidente, manejar una política anti-migratoria, tener un conflicto económico
con China y además promover rechazo por las elecciones a la presidencia del 2021 que
desembocaría en la toma de la Casa Blanca por grupos de ultraderecha TODAVÍA HAY
GENTE, Y MUCHA, QUE QUIERE QUE ESTÉ UN SEGUNDO PERIODO EN WASHINGTON.
¿Cómo hizo este político proclive al escándalo y la bravuconería para que le dieran en días pasados la candidatura por el Partido Republicano? ¡Muy fácil! Sufrir un atentado y sobrevivir a este con apenas un rasguño en una oreja. La historia de los Estados Unidos cuenta con varios presidentes que han sufrido atentados a su vida y que cayeron como Kennedy o Lincoln o que sobrevivieron como Reagan o Roosevelt.
El norteamericano, con esa cultura bélica que siempre lo ha acompañado, en donde la
institución más respetable de todas es el ejército siempre verá a todo aquel que muera o sobreviva un atentado como un héroe, como una persona que se atrevió a hacer algo distinto de sus antecesores y que se salió con la suya.
He ahí el quid de la cuestión: El salirse con la suya es algo tan norteamericano como la
bandera o el pay de manzana. Los antiguos colonos de la costa este de lo que sería Estados Unidos decidieron no pagar los impuestos al té impuesto por Jorge III y ahí tienen su independencia. La historia del país del norte está plagada de este tipo de situaciones: Tener la libertad de decir y hacer lo que creas, a veces sin medir consecuencias.
Ahora, volviendo a la foto, es toda una obra de arte desde el sentido periodístico que muestra la rebeldía del expresidente de no callar lo que cree que es lo correcto para él y eso también es muy norteamericano: La libertad de expresión, decir lo que piensas a pesar de que estés equivocado.
Con esta imagen los medios de comunicación estadounidenses se dieron un gran banquete y todavía hoy analistas y la gente común sigue comentando lo que sucedió, lo que creen que sucedió y lo que pudo haber sucedido y si no tenemos cuidado, mostrarán esa imagen en los
libros de historia para las siguientes generaciones, analizando o ensalzando la perdona de Trump.
Es por eso que esa foto le ganó la candidatura de los republicanos a la presidencia ¿cuál será su estrategia para ganar esta vez? ¿Cuáles serán su slogan en contra de Kamala Harris?
Eso ya lo veremos en los próximos días.