lun. Sep 16th, 2024

•Las mayorías tienen enormes posibilidades de ganar la partida, pero también de perder 

Por Manuel Carmona

En el arte de la guerra y en la lucha por el poder, la aritmética no siempre es determinante. El número solo es un dato, sin duda un dato importante de conocer, pero no el que mueve el fiel de la balanza.

Si la aritmética fuese un factor determinante para ganar una disputa y/o espacios de poder, los matemáticos son los que gobernarían el mundo y la historia nos demuestra que nunca ha sido así. El rival más débil con una estrategia adecuada puede ganar la partida.

En este momento se vive en el círculo rojo del poder y en una franja de población considerable del país una gran efervescencia y las opiniones entorno a la reforma constitucional al Poder Judicial Federal se encuentran divididas, no obstante es importante reconocer qué hay una abrumadora mayoría de opiniones que está de acuerdo en su aprobación.

Si hacemos números, hubo casi 36 millones de mexicanos que el pasado 2 de junio del año en curso votaron a favor de Morena contra 22 millones que fue la suma de sufragios que pudieron lograr entre los dos candidatos de la oposición.

Esa histórica votación le dio a Morena 336 diputados en la Cámara de Diputados que significan de manera cómoda las dos terceras partes de la legislatura, contra 164 de la oposición. El mínimo es 334 pero incluso tiene hasta dos votos de más asegurados por cualquier cosa que se pudiera ofrecer.

En la Cámara de Senadores, de 128 escaños Morena tiene 85 y la oposición apenas 43, pero de acuerdo a lo que dispone el artículo 135 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para adiciones o reformas a la Carta Magna se requiere el voto de las dos terceras partes de los legisladores presentes en la sesión y en este caso en específico si el próximo miércoles que se discutirá en el pleno esta iniciativa acuden todos sus miembros, todavía les haría falta UN VOTO para poder lograr la mayoría calificada que establece el texto constitucional.

De ahí que entonces se abre un amplio especio de incertidumbre, porque si bien es cierto parece fácil conseguir un voto que es lo único que falta, todos los Senadores de oposición han cerrado filas y se han comprometido públicamente a votar en contra de la reforma, por lo que podrían también no conseguirlo y en el último momento venirse abajo TODO.

Un solo voto en el Senado podría definir el futuro de la República, el futuro de la división de poderes, el futuro de la democracia y la estabilidad económica del país hoy amenazada por la incertidumbre, según el escenario que se vislumbra por parte de los mercados financieros internacionales y que un sinnúmero de voces representativas dentro y fuera del país han replicado como riesgo y probabilidad.

De acuerdo a las reglas del juego, artículo 135 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, un voto podría detener el llamado plan C respaldado por casi 36 millones de votos.

Con un solo voto más, el partido mayoritario en el Senado y sus aliados, podrían lograr la mayoría calificada y consumar la reforma al Poder Judicial Federal que según se ha dicho pública y reiteradamente que Morena pretende entregar al Presidente de la República como regalo antes de que concluya su mandato.

La incertidumbre es lo que tiene nerviosos a los grandes inversionistas internacionales pues la moneda puede caer de cualquier lado. La tensión se puede percibir en el ambiente

La gran paradoja, es que el próximo miércoles un solo voto habrá de definir el futuro.

•   El autor es abogado, escritor y analista político.

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