Cosas del Tony
Por: Antonio Sánchez R.
Está más que comprobado que en la búsqueda del poder, poco importan las formas, siempre y cuando el objetivo final sea alcanzado, y si no es posible, se echará mano de todos los recursos habidos y por haber para conseguirlo, aunque ello implique recurrir a actos contrarios a lo legalmente establecido.
Nunca, jamás en la historia política de nuestro estado, se había vivido una situación como la que hoy se está registrando, en la que el titular del ejecutivo esté tan empeñado en que “su” partido sea el que encabece el poder legislativo y, paralelamente, pretender que el Fiscal General del estado sea alguien afín a él, por no decir que pretenda conseguir un cómplice.
Además, pese a los fallos dados en su oportunidad por autoridades electorales y por tribunales electorales, al desechar los recursos o argumentos presentados para pretender “tumbar” una elección en que su esposa “Marianis” resultó derrotada por su “acérrimo” rival, Adrián de la Garza Santos, el FosfoGober ha utilizado tiempo del estado para viajar a la ciudad de México a “cabildear” en favor de su mujer.
Pero como dijo alguien por ahí: vamos por partes:
El sainete que se traen en el congreso local, por aquello de quién deba ocupar la presidencia de la legislatura entrante, ha estado dirigido desde la mismísima silla estatal, esto es, desde la oficina del gobernador, quien ha mantenido una política de cero respeto a los mandatos de la ley, en la que se habla de una “autonomía” entre los tres poderes.
Y es que el ejemplo está dado desde las mismísimas alturas, esto es, desde el congreso federal, el partido hegemónico ha dado un “descontón” a la oposición para conseguir sumar, a la “malagueña”, curules a su conteo, para contar con una sobre representación que le hace dueño absoluto de la legislatura, al alcanzar no sólo la mayoría simple, sino también la mayoría calificada, esto es, las dos terceras partes de las curules.
El congreso local es otro boleto. Acá la lucha no es por alcanzar esa soñada “mayoría calificada”, porque los números nomás no les dan y lo que pretende el partido del gober es obtener, aunque sea, la presidencia de la legislatura que, según ellos, por ley les corresponde. Ya se hizo una votación y los números no les favorecieron, por lo que de inmediato lanzaron los clásicos gritos de “faul”, pero de eso, hasta el cierre de este artículo, aún no había nada en claro.
Por otra parte, una vez más el asunto del Fiscal General del Estado quedó en veremos, ya que a pesar de que la legislatura aprobó a Pedro Arce para hacerse cargo de la fiscalía, el FosfoGober volvió a las andadas: dijo que “nonés” y, no conforme con eso y en una actitud prácticamente de cacique, instruyó para dejar fuera a todo lo que “huela” a Adrián de la Garza entre los que quedan como aspirantes a encabezar el poder judicial en el estado.
Son ya tres años sin que se haya podido solucionar este conflicto y, por ende, la maquinaria judicial, aunque tenga a un encargado de la oficina de la fiscalía al cargo, no funciona con la misma celeridad requerida, y todo por el capricho de un mandatario que está obsesionado por tener concentrados todos los hilos del poder en sus manos.
Y para cerrar con “broche de oro”, la joya de la incongruencia: pese que Mariana Rodríguez, alias “Marianis”, ya perdió prácticamente en todas las instancias en su lucha por alcanzar la alcaldía que pretende su marido, el FosfoGober, éste sigue terco en destinar recursos oficiales para continuar con una infructuosa labor para que la decisión final se tuerza a favor de su mujer, registrada, por cierto, de manera ilegal con domicilio en Monterrey, cuando todo mundo sabe que vive en San Pedro Garza García. Como diría el difunto Rómulo Lozano: ¡Ah mundo jediondo!