Hay una imagen del tiempo de la Gran Depresión en Estados Unidos que me conmueve, en ella, la mirada preocupada y el gesto de Dorothea Lange, una madre migrante, te atrapa.

Hubo en la Biblia un hombre también atrapado por la angustia de no tener qué comer.

Como padre de familia, Elimelec tenía que hacer algo. No había comida y su esposa y sus hijos tenían hambre.

Estén quietos y sepan que soy Dios, toda la nación me honrará dice el Señor en el Salmo 46:10

¿Cómo le pides a un hombre responsable que se quede quieto en un momento de crisis? La vida de su esposa y sus hijos estaba en juego.

El lugar donde esta familia vivía, Belén, traducido significa decir casa de pan, y el lugar a donde se dirigieron era Moab, un pueblo que en el pasado había maldecido a los hijos de Dios y los había dejado sin comida y sin agua en el desierto.

Si tú estuvieras en un momento de crisis, ¿serías capaz de ir con quien te desprecia para que te bendiga? ¿A quién acudes en los momentos de necesidad? ¿Dónde tienes puesta tu confianza?

Un padre de familia no puede tomar decisiones a la ligera.

Si te encuentras en un momento decisivo, permanece en Dios. Sé paciente, confía en Él y en que sus caminos son seguros.

Si has tomado una decisión equivocada, no te quedes ahí, regresa a Belén, a la casa de pan, a los brazos de Dios. Él no va reprocharte nada, sino que te sentará en su mesa, te saciará de larga vida y te mostrará la salvación para ti y todos los de tu casa.

Las personas creen que Dios está en todos lados, pero su bendición, la vas a encontrar en Su casa. Búscala.

 ¿Cree esto? Hable con Dios, lea la Biblia y descúbralo.  Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.

Rut  1

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