Monterrey. – La diputada Lorena de la Garza, presidenta del Congreso de Nuevo León, dejo la Glosa del Tercer Informe de Gobierno, cuando detectó en las galerías a un individuo identificado como Blas Escamilla, empleado del gobierno estatal a quien acusó de ser uno de los ejecutores de la persecución que sufrió por parte del Gobierno estatal, pues no se sentía bien para continuar con los trabajos de la sesión.
Escamilla es director de inspecciones de la Secretaría del Trabajo, y que de acuerdo a la legisladora, era quien encabezó el hostigamiento, la persecución y los ilegales cierres de negocios de la familia de De la Garza y otros legisladores del PRI como parte del enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo.
“Me tengo que excusar de seguir en esta sesión. En galerías se encuentra una persona que es el culpable de haber hecho persecución política para varios de los integrantes de esta Legislatura”, dijo la presidenta del Congreso que solicitó se le supliera.
“No me siento bien teniéndolo aquí y en esta sesión, le quiero pedir apoyo a la primer vicepresidencia”, abundó y salió de la sesión.
El funcionario luego abandonó rápidamente las galerías y el Congreso donde estaba con otros empleados y argumentó que tenía que ir a atender una demanda laboral de un trabajador.
En el marco del enfrentamiento entre el gobernador Samuel García y los diputados de oposición del PRI y PAN, Lorena de la Garza y su compañera diputada Perla Villarreal, ahora coordinadora del PRD, denunciaron persecución de parte del gobierno.
Acusaron que se les persiguió no solo a ellas sino a su familia, esposo, padres y demás familiares para cerrarle negocios particulares con cualquier motivo no fundamentado.
Lorena de la Garza denunció que el gobernador pretendía que se sumara a las filas del oficialismo, y que apoyara sus propuestas, lo que ella denunció