Raúl Guajardo Cantú

Todo político sueña con, y aspira a, llegar a la cima, dependiendo de sus posibilidades es la altura de esta. Hay quienes desean ser alcaldes, otros diputados, algunos más gobernadores y, casi todos, aunque sea en sus sueños más guajiros, querrían ser presidentes de la república.

El problema con esto, es que ahora ya no se busca tener méritos, o por lo menos aparentar tenerlos, ya que se considera que las redes sociales pueden crear una realidad alterna que permita ganar una campaña y alcanzar el ansiado puesto. No deja de haber algo de verdad en este supuesto. Es solo que las redes sociales generan popularidades tan frágiles que se pueden destruir en segundos.

La anterior reflexión viene a cuento porque algunos alcaldes del área metropolitana de Monterrey han mostrado la inquietud, y por qué no decirlo la legítima aspiración a convertirse en el siguiente gobernador de Nuevo León.

Hace ya, redondeando, 100 días que tomaron posesión de sus respectivos cargos y es fecha que no han podido ofrecer alguna obra importante, hay quienes ocupan el cargo por primera ocasión, pero también hay otros que se reeligieron o que volvieron al puesto después de un periodo fuera de él.

Se puede entender en cualquier caso, que llegar a la alcaldía casi para finalizar el año haga difícil contar con recursos para realizar obras importantes durante los primeros 100 días, aceptémoslo, pero de aquí en adelante seguramente ya contarán con algunos recursos fruto del pago de impuestos prediales y posteriormente de las participaciones y entonces sí sabremos quién es quién.

Porque los ciudadanos sabemos reconocer a quienes ofrecen un buen trabajo, no digamos con obras espectaculares que son eso, espectáculos, sino manteniendo al día los servicios que, como contraprestación a nuestros impuestos, esperamos las personas.

Qué bueno que los políticos tengan aspiraciones, que deseen trascender, llegar a puestos superiores, mejor sería si lo mostraran realizando un trabajo bien hecho en el cargo que actualmente ostentan y no mediante campañas publicitarias que venden humo y nada más.

Sabemos que no resulta fácil en el actual entorno económico llevar a cabo las labores más indispensables atribuidas a los municipios, pero es ahí, ante condiciones difíciles en que se puede mostrar la habilidad y calidad de un político.

Hace algunos años escuchamos en una mesa de café decir a uno de quienes ahí se encontraban que fulanito sería un excelente secretario de Seguridad para tiempos normales, a lo cual respondimos que en tiempos normales, cualquiera es bueno, que lo interesante es saber quién puede serlo en condiciones adversas.

Así es que hoy es el momento para que los alcaldes que tengan aspiraciones de trascender o de repetir en el cargo realicen una buena labor, seguramente sus ciudadanos se los premiarán en las urnas.

Insistimos, las imágenes que generan las redes sociales son eso, imágenes que en muchos casos no se apegan a la realidad, de eso sabemos algo en Nuevo León.