Cosas del Tony
Por: Antonio Sánchez R.
Decíamos en nuestra colaboración anterior que, apenas iniciado el año y “gracias” a la muy desafortunada decisión del FosfoGober, “Inocencio” García Sepúlceda, de aprobar una criminal alza a las tarifas del transporte urbano, las “rayadas de disco” hacia él empezaron a fluir por todas partes, ya que al concretarse, el bolsillo de los usuarios recibe un durísimo golpe.
Las mentadas están a la orden del día y conforme pasa el tiempo la inconformidad se hace más evidente, sobre todo cuando hasta el momento, no ha surgido ninguna voz de peso que salga a la defensa de la ciudadanía y todo parece indicar que, al final de cuentas, como dice mi amigo Lauro Ovalle, el “pueblo agachón” tendrá que apechugar y hacer “de tripas corazón”.
“Inocencio” García se jacta de que Monterrey y su área metropolitana cuenta con el mejor servicio de transporte urbano del país, pero la mera neta, es una falacia más en la larga lista de las que ha pronunciado nuestro insigne gobernador desde su arribo a la silla estatal. Su propensión a mentir y a presumir trabajo ficticio se ha hecho evidente y no pasa un día sin que vuelva a hacer de las suyas.
Desde mucho antes de que soñara siquiera ser candidato a la gubernatura nuevoleonesa, “Inocencio” ya pintaba, ya daba muestras de que el principal recurso que tenía como político, era su retórica, pues sabía, y sabe, lanzar las palabras, el discurso que la gente quiere escuchar, no importa que las promesas vertidas son de esas que, por lo regular, son irrealizables.
Ya como candidato y apoyado en la popularidad de su esposa Mariana Rodríguez, “influencer” reconocida en redes sociales, encontró la fórmula para ganarse la confianza y el voto de los jóvenes nuevoleoneses, quienes creyeron firmemente que con él, Nuevo León sería otro, que la “nueva política” convertiría a nuestra entidad en una verdadera “Jauja”.
Es más, también desde antes el hoy gober “tarifero” se colaba en cualquier protesta que tuviera como objetivo situaciones que significaran conflicto para el gobierno estatal y no desaprovechaba oportunidad alguna para “acarrear agua a su molino”, un molino que, en determinado momento, resultó más que efectivo para sus propósitos personales.
¿Quién no recuerda aquellas protestas en contra de los famosos “tarifazos”, esos aumentos que se darían al transporte y en los que el mismísimo FosfoGober se mostraba muy vehemente en su discurso, poniéndose del lado de los usuarios? Ahora que él está del otro lado de la mesa, su molestia por las protestas en contra de “Su Tarifazo” se manifiesta en sus reacciones molestas, olvidando que él fue parte del “polvo de aquellos lodos”.
Presumió a voz en cuello la compra de cientos de camiones que serían enviados a las distintas rutas y se trabajaría mediante un programa llamado “MuevoLeón” y con una aplicación digital, “Urbani”, para cancelar el uso de efectivo. Un plan paralelo es darle “cuello” a la tarjeta “Feria”, que sigue vigente en algunas rutas pero que, al parecer, tiene sus días contados. De los camiones prometidos, llegó la mitad y de esa mitad, la mitad está fuera de circulación, descompuesta y sin refacciones para su reparación.
No conforme con tener a Nuevo León sumido en la peor de las crisis de su historia, nuestro FosfoGober no tiene empacho en ir a la CdMx a rendirle pleitesía a la presidente Claudia Sheinbaum y sumarse a la corte de “barberos”, con el claro propósito de quedar entre los estados “agraciados” por la administración federal y recibir más presupuesto, pues no hay dinero que le alcance en su caótica y desafortunada gestión.
Mientras tanto, el coro de “puras mentadas” sigue creciendo y alimentándose con cada metida de pata de aquél que un día dijo que él “nos enseñaría cómo se gobierna”. Y Ahí está…