mié. Feb 5th, 2025

Raúl Guajardo Cantú

Durante los últimos dos años aproximadamente, el gobernador del estado ha presumido casi como un logro personal el nivel de almacenamiento de las presas del estado, siempre cercano o sobrepasando el 100% de su capacidad. La realidad es que en las decisiones que tienen qué ver con el uso del agua poco o nada tiene que ver el Samuel.

El día de ayer se publicó una nota en la cual se señala que el nivel de las presas ha bajado y la sequía hace que haya preocupación por lo que pudiera suceder en el mediano plazo, máxime cuando se continúa con el desfogue de la presa El Cuchillo y ese es el tema que debería preocuparnos y ocuparnos.

Según informaciones no confirmadas, este desfogue podría estar asociado al pago de la deuda de agua que México como país tiene con Estados Unidos y se estaría usando para ello la acumulada en El Cuchillo, independientemente del trasvase que año tras año se debe hacer a Tamaulipas, con todos los riesgos que ello implica para el suministro de agua el consumo humano en Nuevo León.

El área metropolitana de Monterrey requiere de soluciones de largo aliento porque su crecimiento ha superado por mucho las previsiones que se hicieron para su abasto de agua en una región en que esta no es abundante.

Hace tiempo, durante la crisis de 2022, circuló ampliamente el video de una entrevista realizada hace años al exgobernador del estado Alfonso Martínez Domínguez en la cual se señalaba que si la urbe superaba los 3 y medio millones de habitantes las crisis de agua serían recurrentes.

En el video el exgobernador analizó la posibilidad de traer agua del río Pánuco y señaló el alto costo de hacerlo, hoy sabemos que no hay agua más cara que la que no existe.

Si bien la decisión de desfogar la presa no está en manos de Samuel García, hoy que presume su afinidad y cercanía con la presidenta Claudia Sheinbaum, el gobernador tiene la obligación de por lo menos intentar la negociación de una solución de largo plazo y otra en lo inmediato.

La de largo plazo sería revivir el proyecto Monterrey VI con lo que haya de ajustarse o buscar alternativas para que el agua que llega a nuestra entidad se aproveche al máximo y la otra dejar de “tirar” el agua de la presa El Cuchillo y que se busque una nueva fuente mediante la cual pagar las deudas de agua de la federación.

Tuitear cada día el nivel de las presas y las condiciones climáticas no es tarea de un gobernador sino de los profesionales de la Meteorología, lo que Samuel sí está obligado a hacer es trabajar en una solución de largo aliento, y buscar el cómo sí se puede alcanzar una para este problema que es crónico en el estado.

Debe recordar el gobernador que lo que sucede en las redes sociales no es la realidad y es necesario trabajar en esta por difícil que le parezca.

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