Monterrey. –  Ricardo Adrián, de 31 años de edad fue condenado a 90 años de prisión luego de que un juez lo encontró culpable por los delitos de pornografía infantil y el asesinato de su esposa Yajaira Lizbeth Sandoval de la Cruz, de 26, en el municipio de Cerralvo.

Durante la audiencia de Juicio Oral Penal, se dictó la sentencia condenatoria de 90 años y seis meses de prisión por cinco delitos: feminicidio, delitos vinculados con la desaparición de personas, trata de personas en modalidad de pornografía infantil, equiparable a la violación y corrupción de menores.

De acuerdo a la Fiscalía de Justicia, los delitos sexuales los cometió entre el 2015 y 2021, y el feminicidio el 8 de octubre del 2021, en el interior de la casa donde vivían, en la Colonia Benavides, donde golpeó con un objeto contundente a su esposa, causándole la muerte por contusión profunda de cráneo.
Posteriormente enterró el cadáver de manera clandestina en las inmediaciones del Rancho El Balastro, ubicado en el kilómetro 79 de la Carretera a Miguel Alemán, en la Congregación Uña de Gato; restos que fueron encontrados en un cateo el 25 de mayo del 2022; unos días antes Ricardo Adrián había sido detenido por los delitos sexuales, informó la Fiscalía.

La Unidad de Investigación y Litigación Estatal Especializada en Feminicidio expuso pruebas documentales, materiales, periciales de orden científico, inspecciones de campo y testimonios que visibilizan el contexto de violencia feminicida y aportan información pertinente para individualizar al acusado como activo de delito, así también para demostrar su conducta dolosa ejercida para causar daño a la víctima con intención de privarla de la vida en forma violenta por cuestiones de género, violencia ejercida hacia otras víctimas por medio de conductas sexuales atípicas para la niñez.

Al dictar sentencia de 90 años y seis días de prisión, el juez también dictaminó que tendrá que pagar 6 mil cuotas por reparación del daño, por concepto de indemnización por muerte y gastos funerarios.

La investigación integral subsecuente evidenció antecedentes de violencia de género por parte del acusado en contra de la víctima, a la que en forma reiterada sometía por golpes y presión psicológica, casuales que encuadran también el tipo delictivo feminicida.

La indagatoria desplegada en forma integral agotó líneas que revelaron y confirmaron el perfil del acusado como generador de violencia sexual en contra de las infancias a través de su propia interacción directa con víctimas, aunado a la producción, posesión, almacenamiento en un dispositivo digital (teléfono celular) y distribución de material de exposición corporal en el que aparecen personas adultas con infantes de 3 a 12 años de edad en actos sexuales reales o simulados, hechos que derivaron en la apertura de las Carpetas de Investigación por los delitos sexuales también sancionados en la sentencia .