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El alpinista y ciclista regiomontano David Ernesto Villareal Pérez de 27 años de edad perdió la vida al descender en una bicicleta en la cara norte del Pico de Orizaba en Puebla, con el fin de intentar grabar un reto.
El accidente se registró la tarde del miércoles, cuando las autoridades recibieron una llamada al 911 para ayudar a que David Ernesto Villareal quien sufrió una caída de la bicicleta que lo dejó malherido y aún contaba con signos vitales. Cuando llegaron los rescatistas aún estaba con vida, pero murió durante el descenso.
Brandon Arturo amigo del regiomontano resultó con algunas heridas leves y fue quien hizo la llamada de auxilio.
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Villarreal y su acompañante subieron por sus propios medios hasta un punto del volcán conocido como “Cumbre”, un área de difícil acceso y de terreno accidentado,
“Es preciso mencionar, que el área del percance es de difícil acceso, y de terreno accidentado, aunado a las condiciones climatológicas complicadas a esa altura, lo que hizo más difícil la maniobra de rescate e imposibilitó el uso del helicóptero, por lo que, las tareas se realizaron vía terrestre”, informó el gobierno de Puebla en un comunicado.
“Trabajaron elementos del Grupo Socorro Alpino, delegación San Miguel Zoapan, guías y prestadores de servicios de la zona, así como la brigada de rescatistas de protección civil, quienes realizaron el ascenso para la búsqueda y auxilio de los alpinistas, además, se contó con el apoyo del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA)”, abunda la información.
David Ernesto Villarreal practicaba el alpinismo y el ciclismo, y subía sus historias que incluían viajes, a diversas plataformas digitales como Instagram y You Tube
“Querido David, vuelta alto, sabes que te queremos y siempre estarás en nuestros corazones, siempre feliz, siempre libre, siempre sin miedo, siempre haciendo lo que más te gustaba sin preocuparte de lo que los demás pensaran.
“Siempre pensando en grande. siempre auténtico, Dios está de fiesta por recibirte con los brazos abiertos. Buen viaje. Te amamos”, escribió su padre Ernesto Villarreal.