Raúl Guajardo Cantú
Hace dos días comentamos que si se lograba el acuerdo para sacar adelante el presupuesto para este año todo mundo iba a querer llevar agua a su molina cuando el gobernador, Samuel García, ya nos brindó una primera muestra en ese sentido.
Dijo García que el compromiso de “su gobernador (es) ser un líder del estado, de buscar unidad, de buscar los proyectos”. Si realmente Samuel piensa así, entonces cabría preguntarse por qué durante los tres años de su gobierno ha mantenido un perfil más bien rijoso, peleando con el llamado PRIAN, con el Congreso local, con los alcaldes emanados de fuerzas políticas diferentes a las suyas.
Porque, recordemos, después de unos primeros meses de luna de miel en los cuales el Congreso aprobó su nueva constitución y el presupuesto para su primer año de gobierno, Samuel comenzó a incumplir los compromisos hechos y a polarizar como una forma de ejercicio de poder.
Dice el gobernador que “Vienen tres años más para nuestro gobierno y vienen tres años más donde voy a seguir pidiendo unidad a todos los alcaldes, al de Monterrey (Adrián de la Garza), a todos los diputados, a todos los actores políticos”, ¿será que ya no recuerda que ha sido él quien ha mantenido viva esa falta de unidad?
En fin, esperemos que realmente Samuel ahora sí se asuma como el líder político del estado y cumpla con sus compromisos sin necesidad de que vengan del centro de país para poner orden en la entidad como al parecer sucedió en esta ocasión después de tres años durante los cuales la confrontación fue el pan de cada día.
El gobernador dijo también que “Cuando ponemos a la gente por encima de nosotros, salen los proyectos”, algo en lo cual nosotros hemos insistido, precisamente porque ese poner a la gente por encima de los intereses personales y partidistas de los políticos de la entidad ha brillado por su ausencia.
Festejamos que se haya llegado a un acuerdo entre los grupos que se encontraban en tensión, “haiga sido como haiga sido”, pero insistimos, este es apenas un punto de partida, falta que el presupuesto se transforme en realidades, ya sabemos que en ocasiones se destina el dinero para realizar acciones que se encuentran fuera de lo pactado.
Esperamos también que los controles que se hayan puesto al ejercicio presupuestal sean los adecuados para que en realidad las obras se lleven a cabo y que si bien el Metro nos ofrezca una versión recortada del proyecto inicial, no sea esta la única obra que se lleve a cabo para lucimiento del gobernador, sino que durante estos tres años se desahogue gran parte de su plan de gobierno, el cual presentó desde su campaña electoral.
Por supuesto que hablamos de movilidad, pero también de educación, de contaminación, de resolver problemas de abasto de agua y, principalmente, de seguridad.
Qué bueno que ya hay presupuesto, qué bueno que, así haya sido mediante la intervención presidencial, se hayan puesto de acuerdo, ahora falta que esto sea en beneficio de nosotros, los ciudadanos.
Ojalá Samuel se asuma como líder del estado y no como jefe de campaña de su partido.