“Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy”
Las hoces y los azadones hablan de un pueblo que no estaba entrenado para pelear. Que de estrategia militar no sabía absolutamente nada, pero que como agricultores sí sabían que su socorro y su ayuda venían del Señor, porque aunque ellos plantaran y regaran, sólo Dios es el que da el crecimiento.
“Es fe como patatas”, me dijo mi esposo el otro día, cuando yo me sentía frustrada por estar enterrando sin ver (aún) los resultados del esfuerzo.
Hoy el Señor nos pide que hagamos algo revolucionario, que cambiemos las herramientas que nos dan de comer, por las armas para defender el territorio, para pelear la buena batalla, porque si no lo hacemos, luego no habrá nada qué hacer.
Y tal vez te sientas incapaz, torpe o cansado, pero en este momento la mejor decisión que puedes tomar, no es quedarte como estás, sino dar un paso y Dios pondrá el piso para que sigas adelante.
Cada día es una nueva batalla, y Dios hace una nueva misericordia para que al terminar podamos ver la victoria.
Tal vez hoy estás decidiendo dejar la comodidad de lo conocido atrás, y tienes fe, pero si reconoces que en este momento es poca o está débil, sé honesto delante de tu Señor, Él te conoce y siempre te oye con amor.
Tal vez lo único que tienes en tu morral es lo que dejaste atrás. Muéstrale tus panes y tus peces, eso que para ti parece una limitación ante la multitud de tus problemas, y Dios lo convertirá en una oportunidad para ver la sobrenaturalidad de Dios.
Algo tan impresionante e indescriptible que llenará bocas, cestos y canastas con la gloria de Dios sobreabundantemente, ¡y te va a sobrar hasta para enviar a todos los de tu casa!
Tú no puedes por ti mismo, pero Cristo en ti sí.
Esa hambre y sed que tienes será saciada y serás llamado bienaventurado, porque has venido a la fuente de vida eterna, porque has creído, porque si crees verás la gloria de Dios.
Misión: Reconocer que es Dios quien me fortalece en mi debilidad.
Ayúdame a orar por los que están débiles, tanto física como espiritualmente. Este es el año agradable del Señor, el reino de los cielos se ha acercado y Su Espíritu está sobre ti, y te ha ungido para llevarles la sanidad, libertad y salvación que sólo Cristo puede dar. No pienses más en ti, o en ellos como débiles, ¡dígalo duro (fuerte)! como dicen en Colombia: en Cristo Fuerte Soy.
¿Crees esto? Habla con Dios, lee la Biblia y descúbrelo. Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.
Joel 3:10Email mujervirtuosa@instruccionespersonales.com
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