Raúl Guajardo Cantú
Ahora que ya se aprobó el presupuesto para el presente año, algo que aunque pareciera de rutina no había ocurrido en los pasados dos ejercicios fiscales, el gobierno del estado no tiene pretexto para ofrecer soluciones a los problemas que más preocupan a los ciudadanos, uno de los cuales lo constituye, sin lugar a duda, el de la movilidad en el área metropolitana de Monterrey.
Sin embargo, parece que las soluciones no serán tales, el Metro se verá limitado, ya que no llegará a Santa Catarina, un lugar que tiene la vialidad complicada debido a sus escasas rutas de salida de sus habitantes que acuden a sus trabajos en Monterrey u otros municipios del área metropolitana, el motivo de esto consiste en que no hay, ni habrá ya lo anunció el gobierno del estado, presupuesto suficiente, ello aunque pudiera pensarse en una revancha contra el actual alcalde por abandonar el barco naranja.
Del tren interurbano mejor ya ni hablamos, fue un proyecto que simplemente no pasó siquiera del papel, por más que ahora se quiera decir que el tren México-Nuevo Laredo será su sucedáneo.
También se le dijo adiós a la línea 5 del Metro porque no se pudo llegar a un acuerdo con los vecinos de los tramos por los cuales atravesaría dicha línea, ya que muchos se opusieron a que fuera aéreo o incluso que se tratara de un tren a nivel, como los que hay en países como Brasil o China. Falló la gestión.
El supuesto segundo piso sobre Morones Prieto parece que fue flor de un día, un anuncio mediante el cual se intentó un escape hacia adelante de alguna situación de la cual ya nadie se acuerda.
Así pues quedan las líneas 4 y 6 del Metro, la primera recortada y que si acaso se concluye a tiempo servirá para que los aficionados futboleros vayan y vengan al aeropuerto Mariano Escobedo durante el mundial de 2026.
El que parece el programa estrella es el de la adquisición, así sea mediante arrendamiento, de camiones para mejorar las rutas urbanas y este parece que está encontrando su talón de Aquiles en las tarifas y el personal necesario para operarlo.
Las protestas por el alza en las tarifas se multiplican, los usuarios están pagando una parte importante de sus ingresos en transportarse hacia sus trabajos, lo cual no agrada a nadie, no importa si ahora se intente paliar ese tarifazo con una dádiva de 10 viajes mensuales, no compensa el aumento, al menos no en el sentimiento de los ciudadanos que se sienten traicionados por el gobierno.
Por si eso fuera poco, al parecer no cuentan con los operadores de las unidades que han llegado y menos con las que se supone que llegarán, 1,500 según Hernán Villarreal secretario del ramo.
Sin ese personal no hay servicio. Lo peor que ahora pueden hacer las autoridades es contratar a quien sea para ofrecerlo, de por sí este es malo, imagínese lo que será con operadores improvisados.
Lo dicho, no todo era presupuesto, sino gestión.