Verónica Valencia
Harta es una película de drama protagonizada por la reconocida actriz Taraji P. Henson, quien interpreta a Janiyah niWilkinson, una madre trabajadora que enfrenta el peso abrumador de un sistema que no da tregua. Su hija está enferma, trabaja como cajera, y las deudas, la presión y la falta de apoyo institucional convierten su día en una bomba de tiempo. Lo que sucede cuando todo explota es tan real como desgarrador.
La trama, ya catalogada como una de las más conmovedoras en Netflix, aborda temas como la desigualdad social, el abandono del Estado y la falta de redes de apoyo. Pero lo que la hace verdaderamente poderosa es el enfoque humano con el que muestra algo que rara vez vemos: la sororidad femenina como acto de resistencia.
En uno de los momentos más tensos, Janiyah entra a un banco bajo circunstancias extremas. Pero lo inesperado ocurre: la gerente —una mujer que podría haber seguido el protocolo al pie de la letra— elige en cambio mirar con empatía. No la deshumaniza. La escucha. Más tarde, una oficial de policía también decide actuar desde la comprensión, no desde el castigo. En estos gestos se revela lo que el sistema no ha sabido construir: un tejido social donde las mujeres no estén solas ante la adversidad.
Si el mundo se pareciera más a esas escenas, si en lugar de castigo existiera contención, si las instituciones funcionaran con sensibilidad y no con burocracia, la historia de muchas mujeres sería distinta. Harta nos recuerda lo que podríamos ser si aprendiéramos a mirar con el corazón y no con prejuicios.
Si te gusta llorar, esta película es para ti.
Una historia cruda, urgente, pero también necesaria. Porque entre tanto dolor, aún hay espacio para la esperanza que nace cuando una mujer decide ayudar a otra.