Parteaguas
Lic. Armando Berrones
“Entre compadres te veas” dice el clásico y cómo no!!! si en la otrora tercera universidad pública del país, la UANL, la corrupción es el pan de cada día.
Una punta de funcionarios que se dicen servir a la máxima casa de estudios está haciendo sus turbios negocios al amparo de su maridaje y sus cargos directivos.
Me explico:
Se supone que la Ley de Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Contratación de Servicios del Estado de Nuevo León establece claramente que se debe recurrir a una licitación pública como ejercicio principal para la compra de bienes y servicios y particularmente cuando se trata de montos superiores a los 3 millones de pesos, sin embargo, hay funcionarios que eso se lo pasan por el arco del triunfo, pues adjudican contratos millonarios, sin licitar a sus proveedores consentidos, favoritos, tal es el caso que hoy destaco.
Se trata del contrato que negoció la universidad, a través de Héctor Tijerina Aguilar, director de Asuntos Civiles y Administrativos de la oficina de Abogacía General, con David Ramírez, propietario de “Proveedora de Textos de Monterrey”, a quien le asignó la elaboración y distribución de libros para la Dirección del Sistema de Estudios del Nivel Medio Superior. Y, en contraprestación por el suministro de los bienes referidos, recibirá aproximadamente 18 millones 515 mil 070 pesos; y otro monto por la cantidad de 666 mil 360 pesos. En total, este único proveedor recibirá durante el semestre enero-junio 2025, 19 millones 181 mil 430. Es decir, el “angelito” se va a embolsar semejantes millones solo por ser el compadre consentido…
Cabe precisar que “Proveedora de Textos de Monterrey, S.A.” se encarga de maquilar todos los libros de preparatoria que la UANL les vende a los alumnos de primer ingreso.
De acuerdo con testimonios de algunos empleados de la empresa ubicada en Río Pánuco 2408, colonia Tecnológico, en la ciudad de Monterrey, cada semestre entrega todos los libros a cada una de las preparatorias, lo que significa que el monto de 19 millones 181 mil 430 es por semestre. Al año, este proveedor solitario recibe 38 millones 362 mil 860 pesos.
Otro empleado de “Proveedora de Textos Monterrey S.A”, que pidió ocultar su nombre a quien esto escribe, aseguró que David Ramírez es compadre de Héctor Tijerina Aguilar, director de Asuntos Civiles y Administrativos de la Abogacía General.
Lo que uno se cuestiona es si el propio rector Santos Guzmán López tiene conocimiento de las transas que hacen sus subordinados. Si las sabe, mal y si no, pues peor porque debería cuidar los recursos de la UANL que sean bien utilizados y no ser cómplice involuntario de raterías al amparo de compadrazgos y tráfico de influencias. Urge poner orden en la UANL, que sigue convirtiéndose en el epicentro de la corrupción rampante y desvergonzada.
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