Cosas del Tony
Por: Antonio Sánchez R.
“¿Cómo te fue en tu examen?”, le pregunta un señor a su hijo y éste le contesta: “excelente, maravilloso, todo un éxito, saque un 13 sobre cien…” ¡Quéééééé!, El pobre padre se quiere morir, no halla donde meterse, no sabe si llorar, reír o salir corriendo.
Esos mismos adjetivos, palabras más, palabras menos, fueron utilizadas por la señora PRESIDENTE al referirse a la fallida elección de jueces y magistrados del pasado domingo 1 de junio, misma que, pese a los números, será tomada como oficial, pésele a quien le pese y los “elegidos” por el PE tomarán posesión de sus cargos a partir del 1 de septiembre.
Que me disculpen mis amigos de izquierda, a quienes estimo mucho y respeto su ideología, pero lo que está sucediendo en nuestro país con esa mentada Transformación de Cuarta es que cada vez se hace más evidente la intención de convertir a México en un símil de esos países en los que el populismo nomás no ha funcionado y han sido arrastrados al fracaso económico, político y social.
La muestra del hartazgo al que el actual régimen ha llevado al “pueblo noble y sabio” es el desaire a una elección que nadie pidió, a una elección claramente inducida, en la que las autoridades electorales se convirtieron en cómplices de un super mega fraude al permitir el uso de los mentados “acordeones”, en los que los electores fueron instruidos por quién votar.
En los dichosos “acordeones”, aquellos candidatos “palomeados” por el sistema tenían, después de sus nombres, las siglas PE, mismas que significaban Poder Ejecutivo, esto es, que quien tuviera estas siglas, habían recibido la “bendición” de la mismísima PRESIDENTE, violando así, flagrantemente, una elección que debería de haber sido libre y democrática, lo cual nunca existió.
Es más, fue una “elección” que nunca debió existir, que es simple y sencillamente una de las “ofertas” realizada por el creador de la Transformación de Cuarta, en el sentido de que “debía ser el pueblo quien eligiera a los integrantes del Poder Judicial, para que así fuese un verdadero poder independiente. Falacia total, porque al final de cuentas PE, o sea, la PRESIDENTE, “palomeó” a quienes ella quería que fueran los “ganones”.
La elección en sí, el proceso en general, fue un verdadero fracaso y de antemano se sabía que se aplicaría todo el poder gubernamental para sacar a votar a la gente, a su gente y aún con todo y eso, muy apenas se llegó a un 13 por ciento de participación total.
Peeero, si a ese 13 por ciento se le restan los votos nulos, que estuvo por encima del 10.8 por ciento, el resultado final es un frío indicador de que esta será una de las elecciones más desairadas den la historia del país, pero que será validada, como ya lo indicamos antes, por obra y gracia del Poder Ejecutivo.
Desde antes de la elección, se sabía que esto sería un fracaso, pero aún y con todo y los números, con las cifras que muestran que la inmensa mayoría de los electores prefirió quedarse en casa, nuestra muy distinguida PRESIDENTE salió muy oronda a decir que todo había sido “magnífico, maravilloso, extraordinario, democrático, todo un éxito”. ¡Órale!
En realidad, no hay argumentos sólidos para justificar o para defender lo indefendible y al final de cuentas todo esto viene a ser una aberrante elección de estado, viene a ser más de lo mismo, polvo de aquellos lodos, el sistema aplicando todo su poder para colocar a quienes serán sus peones más fieles en una tabla de ajedrez inclinada para un solo lado, como en los viejos tiempos. Remedo de democracia, falacia total lo que estamos viviendo y ya veremos en qué termina todo esto…