Recién vi un pequeño video con una joven mamá cargando a su precioso bebé recién nacido que decía ¿cuánta publicidad hizo falta para hacernos creer que esto era opresión?

¿Cuánta publicidad hizo falta para hacernos sentir incapaces de solucionar nuestros problemas?

¿Cuánta publicidad hizo falta para hacernos creer que es mejor morir que luchar por vivir?

¿Cuánta publicidad hizo falta para hacernos pensar que está bien destruir tu familia si vas persiguiendo tus sueños?

¿Cuánta publicidad hizo falta para hacernos actuar hombres contra mujeres?

¿Cuánta publicidad hizo falta para hacernos estar solos y vacíos creyendo que está bien?

Y pienso en las palabras de Martin Luther King Jr, que decía hace 50 años: «esta generación no se va a arrepentir de las acciones malas de la gente mala, sino del silencio de la gente buena».

Y pienso que toda esa publicidad hizo efecto porque muchos nos quedamos callados.

Porque preferimos ignorar las nuevas ideologías como si así desaparecieran, pero cada vez se hicieron más fuertes y escandalosas porque nosotros lo permitimos con nuestro silencio.

La gente no necesita “hacer cosas malas” para contribuir al problema, lo único que necesita hacer es silencio, porque así aprueba y permite con su inactividad.

Deje de guardar silencio, de callar sus opiniones, de permitir que esta generación siga viendo víctimas de la mala publicidad.

Usted y yo somos los Ezequiel de esta generación, y tenemos una responsabilidad de advertirle a las personas que las malas decisiones tienen consecuencias, pero que hay esperanza y misericordia a los que quieren cambiar y le creen a Dios, al obedecerle.

«Ezequiel, tu tarea será mantenerte siempre vigilante y decirles a los israelitas que están en grave peligro. Tan pronto como yo te diga algo, tú deberás decírselo a ellos. »Si yo le anuncio a alguien que va a morir por causa de su mala conducta, y tú no se lo adviertes, esa persona morirá por causa de su pecado, pero el culpable de su muerte serás tú. »En cambio, si tú le adviertes que debe apartarse del mal, y no te hace caso, esa persona morirá por causa de su pecado, pero tú no serás culpable de nada. Ezequiel 3:17-19 TLA

¿Crees esto? Habla con Dios, lee la Biblia y descúbrelo.  Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.

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