Gabriel Contreras
Truman Capote se fue a la Costa Brava para escribir los últimos dos capítulos de su obra “A sangre fría”. Se encerró con su pareja y fue puliendo las páginas que narran ese legendario crimen ocurrido en Kansas en 1959.
Años más tarde, la escritora argentina Leila Guerriero viaja a Cataluña para tratar de recuperar escenas de la estancia de Capote en el pueblo de Palamos. Averigua en qué panadería compraba sus croisants, encuentra referencias a un norteamericano al que conocían como “El raro” o “El maricon”, y constata la distancia que existió entre el escritor y ese pueblo que evidentemente no le generó interés alguno.
Sin embargo Guerriero se da la oportunidad de mostrarnos algunos aspectos relacionados con la novelizacion de ese episodio realizada por Marius Carol y nos narra un supuesto encuentro entre Rodrigo Fresan y Capote en un bar de Madrid.
Guerriero nos ofrece un libro breve, de 132 páginas, publicado en 2024, y lo más interesante y crucial es que ella estará en Monterrey dentro de la programación de la Fil en octubre de este año. Punto.