jue. Ago 7th, 2025

Raúl Guajardo Cantú 

Comentábamos en nuestra anterior colaboración la posibilidad de que algunos partidos políticos realicen alianzas que en otros momentos nos parecerían increíbles, así como en su momento nos lo pareció la alianza conocida como PRIAN.

Hoy se habla de la posibilidad de que Movimiento Ciudadano, ese partido que según Samuel representa lo nuevo en la política, forme una coalición con el Partido Acción Nacional, el PAN, para contender por la gubernatura del estado.

Ello implica que la actual alianza entre el blanquiazul y el PRI, deje de existir. Si analizamos la posibilidad, nos daremos cuenta de que la posible nueva colaboración partidista tendría una serie de consecuencias que cambiarían los actuales equilibrios de poder que existen en el estado.

Y es que en el PAN se quebraría el acuerdo que existe actualmente entre las fuerzas y factores reales de poder que algunos llaman la santísima trinidad. En caso de que se llevara a la práctica la hoy rumoreada nueva alianza, veríamos el surgimiento de una nueva hegemonía no sólo al interior del PAN, sino en el ámbito político todo y en el propio ejercicio de gobierno.

Habría, por supuesto, ganadores y perdedores, entre los ganadores estaría el gobernador Samuel García, quien seguramente negociará salir de su sexenio oliendo a rosas y pasar un séptimo año muy diferente al que vivieron sus dos antecesores más recientes.

También entre los ganadores podríamos apuntar a uno de los integrantes de la santísima trinidad. Quien se erigiría como el gran poder fáctico en Nuevo León, desplazando a quienes han sido sus pares hasta ahora.

Precisamente los dos miembros desplazados serían los principales perdedores en este escenario, ya que perderían la influencia que hoy detentan dentro y fuera de Acción Nacional. Se presentaría en ese partido un proceso similar al que se vivió cuando este grupo desplazó a la vieja cúpula.

Pese a la gran crisis que podría presentarse en el blanquiazul,  la santísima trinidad no sería la única perdedora,  ya que grupos al interior de Movimiento Ciudadano también tendrían pérdidas que lamentar. Tal sería el caso de Mike Flores, cuyo corazón late por ser el sucesor de su compadre del alma, pero nunca sería aceptado por los integrantes de la supuesta coalición.

Por otra parte, quizá el mayor perdedor sería el actual alcalde de Monterrey,  sí, Adrián de la Garza, quien, aún cuando fuera el abanderado del PRI y algún otro partido, seguramente perdería por

segunda ocasión la gubernatura y, por si eso fuera poco, también su influencia al interior de ese partido.

Quizá habría perdedores hasta en Morena, ya que el supuesto acuerdo según el cual Samuel entregará el estado a ese partido, no se lleve a cabo, con la consiguiente pérdida para quienes se puedan postular por el guinda, ya que sin el apoyo del Palacio de Cantera, difícilmente alcanzarían el triunfo.

Esta es solamente una parte del escenario que se puede derivar una alianza como la que ya se rumora en el estado,  falta por analizar quién o quiénes serán los ganadores en caso de que este se haga realidad.

Pero no olvide que usted tiene la palabra.

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