Por Manuel CARMONA
Mucho revuelo causó hace unos días la inauguración de la casa de gestión de la diputada local Laura Artemisa García, quien además es la Presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, evento al que asistió la plana mayor de la clase política local, incluido el Gobernador del Estado Alejandro Armenta Mier y que ha sido interpretado como el banderazo del inicio formal de su carrera en pos de la candidatura de Morena a la Presidencia Municipal de la ciudad de Puebla.
La presencia del Gobernador del Estado en el acto inaugural de la casa de gestión no es un asunto menor y que por supuesto deja entrever que en este momento es LA GRAN FAVORITA, pero solo eso, que tiene su evidente simpatía y todo pareciera indicar que en su momento empujará que ella sea la elegida, pero ESO NO SIGNIFICA EN AUTOMATICO QUE ELLA SERA LA CANDIDATA.
Ser Gobernador de un estado confiere un enorme margen de maniobra, particularmente en lo que concierne a las decisiones que tienen que ver con las candidaturas en los procesos electorales de su estado, pero ya en ocasiones anteriores hemos analizado en este espacio todos los factores que inciden en el momento final y hemos abordado que además del poder político que ostenta el Poder Ejecutivo también INTERVIENEN LOS PODERES FACTICOS LOCALES, aunado a las presiones que llegan a incidir provenientes de la dirigencia nacional del partido y/o tal vez hasta del Palacio Nacional, por esas razones podemos concluir que resulta muy aventurado adelantar que la actual mandamás en el Congreso ya es la próxima candidata de Morena a la Presidencia Municipal.
Es completamente normal que se sobredimensione el poder de un Gobernador, que siendo mucho, cuando se le observa con atención y detenimiento también se pueden apreciar ciertas restricciones.
Generalmente AL INICIO DE SU MANDATO quien es su compañero de fórmula en la Alcaldía es resultado de las negociaciones a nivel nacional y rara vez es su propuesta, NO proviene de su equipo.
Es hasta LAS ELECCIONES INTERMEDIAS cuando generalmente ya tienen esa posibilidad de proponer a alguien emanado de su grupo político, con la mira también de impulsarlo como su eventual sucesor ó simplemente impulsarlo para crecer políticamente, pero paradójicamente NO SIEMPRE PUEDEN LOGRAR ESE OBJETIVO, como lo demuestra una simple mirada al pasado.
En el caso de Puebla en las últimas cuatro décadas se han desarrollado 14 procesos para elegir candidato a la Alcaldía y SOLO EN 4 DE ELLOS los Gobernadores han logrado INFLUIR en la definición del CANDIDATO, en todos los demás se quedaron en intentos.
Quiénes lo lograron? MARIANO PIÑA OLAYA en 1989 propuso como candidato a la alcaldía a Marco Antonio Rojas Flores y ganó. MANUEL BARTLETT en 1992 propuso como candidato al hoy extinto empresario Rafael Cañedo Benítez y ganó. MELQUIADES MORALES FLORES en 2001 propuso como candidato a Carlos Alberto Julián y Náccer y perdió y por último RAFAEL MORENO VALLE ROSAS en 2013 propuso como candidato a la Alcaldía a José Antonio Gali y ganó.
Quiénes no pudieron definir al candidato a la Alcaldía EN LAS ELECCIONES INTERMEDIAS en su periodo como Gobernador? MARIO MARIN TORRES y LUIS MIGUEL BARBOSA HUERTA. Ya en el 2027 veremos si al actual mandatario Alejandro Armenta se le acomodan las circunstancias para poder influir en la designación del candidato, que aunque tiene todo el derecho de hacerlo, estadísticamente haciendo una revisión de los últimos 14 alcaldes que ha tenido la ciudad de Puebla de 1987 a la fecha, no siempre ocurre.
En los últimos 37 años solo Marco Antonio Rojas, Rafael Cañedo Benítez, Tony Gali y Luis Banck han sido los casos que han ocupado la Presidencia Municipal de Puebla como resultado del impulso político y la voluntad del Gobernante en turno.
Por lo tanto habrá que ser pacientes, guardar la calma y no lanzar juicios anticipados. Si bien es cierto el 2027 está a la vuelta de la esquina( 18 meses aproximadamente para la designación) también es cierto que PARA LA SELECCIÓN DEL CANDIDATO, NORMALMENTE CONVERGEN UNA SERIE DE VARIABLES Y FACTORES y no siempre es la decisión de un solo hombre.
Para poder mirar, analizar y entender los acontecimientos que están por ocurrir, hay que hacerlo desde dos enfoques opuestos como es la prospectiva y la retrospectiva. La prospectiva se ocupa del futuro y la retrospectiva se ocupa del pasado.
En la investigación científica los estudios prospectivos recogen datos a medida que los eventos ocurren en el tiempo, mientras que los retrospectivos analizan datos ya existentes del pasado para hacer un cruce y de esa manera estar en condiciones de prefigurar escenarios con mayores posibilidades de éxito….
*El autor es abogado, escritor y analista político.