Raúl Guajardo Cantú
En Morena Nuevo León andan encuerdados varios de sus miembros frotándose las manos al pensar que, de ser nominados candidatos, seguramente alcanzarán la gubernatura del estado, quizá haciendo las cuentas de la lechera después de haber ganado la senaduría estatal en 2024.
No realizan un análisis mínimo ni se ponen a pensar en que dicho triunfo se presentó, principalmente, por las pugnas internas entre sus contrincantes, pero en fin, es su problema, nuestro papel ahora consiste en analizar las posibilidades de quienes suspiran por alcanzar el puesto más alto en el ejecutivo estatal.
En primer lugar debemos poner al senador Waldo Fernández, por obvias razones, aún y cuando haya alcanzado el puesto siendo postulado en la coalición por el Partido Verde Ecologista de México, PVEM, lo cual puede ser una ventaja para él, al ser un tercero en discordia de entre los morenistas que disputan la candidatura, aunque habrá qué ver cuánto le cuesta haberse puesto la camiseta del Nuevo Nuevo León y tomarse la foto con figuras centrales de Movimiento Ciudadano en el estado.
Waldo tiene una carrera más proempresarial que política, pero al parecer le tomó el gusto al poder y ahora quiere alcanzar la cúpula estatal vía Morena.
Tatiana Clouthier, sinaloense de origen, proviene del Partido Acción Nacional, PAN, en donde pasó con más penas que glorias y ahora se quiere vender como la representante de la presidenta Claudia Sheinbaum en la futura contienda, carece del carisma de su padre y, aunque avecindada en el estado, parece desconocer todo aquello que sucede fuera de San Pedro Garza García, una candidata por la cual difícilmente votarían las clases medias y bajas, mucho menos las altas, pero ahora con eso de que “llegaron todas”, puede ser candidata.
Otra ex panista que levanta la mano para ser candidata es Judith Díaz, quien fuera delegada del Bienestar en el estado y pese a ello no pudo alcanzar la candidatura gubernamental ni siquiera el primer puesto en la fórmula senatorial, así que juzguen ustedes sus posibilidades.
El grupo liderado por el matrimonio de Abel Guerra y Clara Luz Flores es el más fuerte en el estado, por estructura, recursos y relaciones, el problema es que el papel que hizo Flores Carrales en su anterior campaña en pos de la gubernatura, le dejó un camino cuesta arriba, aunque se puede señalar que varios candidatos han alcanzado triunfos después de una o varias derrotas, nos parece que Clara Luz no tiene las características necesarias para una remontada de ese tipo, a menos de que intervenga alguien en las alturas, lo cual al parecer se vale.
Una figura menor en ese grupo es el actual alcalde de Escobedo, Andrés Mijes, quien hace su lucha impulsando una versión norteña de la 4T, cualquier cosa que eso sea, y cuya oportunidad consiste en que Clara Luz no aparezca en las boletas.
Como dirían los clásicos, la caballada está muy flaca, de ahí que no se ve la posibilidad de un triunfo de Morena, a menos, insistimos, en que desde las alturas se diga otra cosa, pero los ciudadanos tenemos la palabra.