Hace unos días platicaba a mi esposo que podía ver cómo Dios nos ha prosperado en cada paso de fe y no estoy hablando de riqueza económica, sino de plenitud, esa es la riqueza, que en Cristo no nos falta nada. Tenemos abrigo, sustento y contentamiento.

Dios nos ha permitido ser libres de deudas porque nos enseñó a pagarlas y a no volver a caer en ellas, Él ha puesto en nosotros la disciplina de no gastar de más, ser templados en los gastos y así dar testimonio de fidelidad al no tener que usar tarjetas de crédito y cancelarlas todas para no comprometer nuestros ingresos, sino planificar nuestros egresos.

Nuestras finanzas de hoy comparadas con las del 2016 son un Antes y Después de Cristo, y sé que ese es el camino para todos los que le creen, Dios no prometió abundancia de dinero, sino de paz y de Verdad, y eso es lo que nos ha hecho vivir abundantemente ricos.

Dios ha suplido de forma sorprendente nuestras necesidades (no nuestras necedades) y nos permite de vivir de lo necesario, ni poco para que lo neguemos, ni mucho para que nos olvidemos de ÉL y eso me llena de alegría.

Yo he visto a Dios recompensar la fe de sus hijos de maneras que son locura para el mundo, pero no para los hijos de Dios que también son herederos de Su reino.

Yo ya ni me preocupo de cómo me visto, pues Su palabra dice que Él viste a los lirios (Azucenas) del campo con tal belleza y esplendor que ni Salomón pudo igualarlo con toda su riqueza, así que yo lo creo.

¿Quiere vivir abundantemente? Viva en Cristo.

¿Cree esto? Hable con Dios, lea la Biblia y descúbralo.  Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.Email mujervirtuosa@instruccionespersonales.com
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