Raúl Guajardo Cantú
Durante las últimas semanas hemos analizado los escenarios que, consideramos, se presentarán entre los partidos políticos, durante el proceso electoral de 2027, en ninguno de los cuales los ciudadanos de a pie aparecemos como beneficiarios.
Pueden ganar desde el gobernador del estado, al no ser molestado después de su administración que ha dejado mucho que desear, hasta gente como Raúl Gracia, Francisco “Paco” Cienfuegos y Waldo Fernández o la tía Tatis, sin contar a Abel Guerra y su grupo, pero no los ciudadanos como usted y como yo que vivimos y sufrimos el día a día del estado.
Hemos señalado también que habrá perdedores, o que al menos perderán desde el punto de vista político, como Adrián de la Garza, Zeferino Salgado, Víctor Pérez y el primer compadre del estado, Miguel “Mike” Flores, además de nosotros, usted y yo.
Pero el que usted y yo seamos perdedores no es inevitable, podemos trabajar para que ello no sea así, organizarnos y presionar a los partidos políticos y a las autoridades electorales para que nos tomen en cuenta y no pasemos desapercibidos como sucedió en el ámbito federal.
El ejemplo lo tenemos en Venezuela, aunque allá una dictadura abierta, fundamentada en las armas está en el poder, la oposición de aquél país se organizó de tal forma que no solo ganó las votaciones, sino que pudo demostrarlo con las actas electorales, ya que después Maduro se pasó por el arco del triunfo todas las pruebas es otra cosa, nosotros no somos Venezuela ni vivimos en una dictadura de ese tipo.
Para empezar, por más que se diga lo que se quiera decir, y entendiendo que cada quien trabaja para su partido político, para su ideología y por sus ideales, en caso de que los haya, la presidenta Claudia Sheinbaum no se puede comparar con Maduro, ni en un siglo.
Así es que tenemos una oportunidad de dejar de ser víctimas de los partidos políticos, por más que la actual estructura de las leyes electorales esté a su favor, para convertirnos en actores y en artífices de nuestro propio futuro.
Pero, como todo en esta vida, llevar a cabo un plan de este tipo tiene un costo, que puede ser, principalmente, el de su participación y la nuestra, en los procesos electorales, quizá no como candidatos, pero sí como agentes de cambio que se comprometen con su propio futuro y con el futuro de su familia.
Usted y yo podemos participar activamente, organizando grupos de redes sociales, tanto en las distintas aplicaciones, como, principalmente, en el ámbito territorial, es decir, en nuestro entorno de vida, donde habitamos, donde interactuamos con nuestros vecinos y con nuestros amigos.
No es, claro está, un trabajo fácil, le requerirá un poco de su tiempo, tampoco demasiado, a cambio, usted podrá decidir a conciencia, quién desea que lo represente y cuáles serán las condiciones de esa representación.
No dejemos que otros decidan por nosotros, pongámonos a trabajar por nuestro futuro, por el de nuestros hijos, nuestros nietos y no dejemos que otros tomen decisiones que nos corresponden.
Seguiremos platicando al respecto.