Se oprimirán unos a otros: hombre contra hombre y vecino contra vecino. Los jóvenes insultarán a sus mayores, y la gente vulgar mirará con desdén a la gente honorable. Isaías 3:5
En los tiempos del profeta Isaías, aproximadamente entre el 800 y 700 A.C., ya existía la rebelión, de hecho, en el jardín del Edén comenzó precisamente por creer que nosotros podemos vivir mejor sin Dios.
La decadencia de una sociedad no es producto de la modernidad, sino de abandonar la fe y la obediencia a Dios y Su Palabra.
De nada sirve indignarnos si no ponemos manos a la obra. El pueblo perece por falta de conocimiento y usted y yo somos profetas del Altísimo que proclaman la Palabra de Dios, que anuncian que Cristo vino y regresará así que debemos estar preparados, arrepentirnos y convertirnos para tener el descanso anhelado.
El juicio viene ¿y cuántos estarán justificados? Los que crean nuestro anuncio, pero ¿cómo creerán en Aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no han quién les predique? ¿y quién les predicará si no hay quién los envíe?
Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Juan 20:21
Ore conmigo: Heme aquí, envíame a mí.
¿Cree esto? Hable con Dios, lea la Biblia y descúbralo. Solo la Verdad nos hará verdaderamente libres.
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