vie. Oct 10th, 2025

Gabriel Contreras

Domingo. Es de noche en la Arena Mezquital. Aquí ningún golpe, ninguna llave, ningún desplante y ninguna patada es fruto de la ficción en el ejercicio pleno de la lucha. 

Pero en toda historia que pretende ser contada hay algo llamado planteamiento, desarrollo y desenlace.

De modo que para que esas fases tengan un desenvolvimiento, será necesario que alguien piense en las etapas, los momentos y la significación de todas las acciones. Llámenlo guion o llámenlo simplemente lógica.

Eso es precisamente lo que plantea la verdad esencial de la lucha libre: su poder escénico y su estructura dramática.

En todo encuentro de lucha hay villanos, héroes, un árbitro y un cetro en disputa. Alrededor de esos elementos, se organiza una verdad de apariencia ficticia que el público ovaciona con furor. 

Y al final, la magia ocurre: el desenlace llega y la catarsis se impone. Imposible cuestionar la veracidad de la lucha libre, como es imposible cuestionar la belleza de un atardecer o la ternura de una ardilla en la rama de un árbol.

Por Admin

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