vie. Oct 10th, 2025

Luz María Ortiz Quintos

Como en todos los ámbitos, temas y grupos sociales, existen divisiones en opiniones y preferencias. Por lo tanto, este tema de la paridad no es la excepción. Como mujer, reconozco que el piso no es parejo; las oportunidades no son equitativas. Sin embargo, esta es una oportunidad para favorecer al sexo femenino. Si la Ley de Paridad brinda la posibilidad de postular a mujeres a los cargos públicos de elección popular, especialmente en aquellos gobiernos donde aún no han tenido la oportunidad de gobernar, sería una acción contundente en la búsqueda de la equidad. Pero, en caso de que así se apruebe para las elecciones del 2027, por favor, necesitamos personas en la administración pública con conocimientos, capacidad y experiencia comprobada, de ser posible, con trayectoria en el servicio público. Con todo respeto, pero ya hemos comprobado que estos puestos de elección popular no se ganan por competencia, y desafortunadamente, en muchos casos, los resultados han sido negativos. Lo que hemos visto es un desempeño marcado por la ineficiencia, la corrupción y malas decisiones en la priorización de la atención a las necesidades de los ciudadanos más vulnerables. Aclaro que no me refiero a ningún partido en especial, ni a ningún funcionario o administración pública en particular. Hablo en términos generales. Si en esta ocasión se abren más oportunidades para las mujeres, que sean verdaderamente capacitadas, que sus propuestas se basen en sus habilidades, conocimientos y valores, y no únicamente en atributos físicos o en su popularidad, como lamentablemente hemos visto en algunos casos. Que sean jóvenes o no tan jóvenes, pero que trabajen con responsabilidad y empatía. Antes se pensaba que a las mujeres se les podía confiar más en temas de integridad y honradez. Sin embargo, en los últimos años hemos visto que esa cualidad también se está perdiendo. Considero que el servidor o servidora pública debe aspirar a un cargo por vocación, por amor al bien común; que realmente le apasione servir a los demás, dejar huella y un legado que transforme y solucione el día a día de los ciudadanos. Debe desempeñar un trabajo que sea reconocido incluso después de su partida, que marque un antes y un después en tantas necesidades y carencias del ámbito público. Incluso, debería considerarse la aplicación de exámenes de confianza, exámenes psicométricos que aseguren estabilidad emocional, así como evaluaciones específicas para el cargo al que se aspira.

Por Admin

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