mié. Oct 22nd, 2025

Gabriel Contreras

Escribo teatro hace muchos años, de manera que he acabado por adquirir cierta experiencia, cierto olfato en relación con “lo dramático”. Digamos que, a fuerza de buscarlo, hoy puedo encontrar la cosa dramática, es decir el conflicto, más o menos en todas partes.

Les contaré que hoy a mediodía fui a la tienda a comprar eso que uno se compra para pasarse la tarde del domingo leyendo en el patio, es decir unos fritos y un refresco…

Y mientras hacía fila para pagar, escuché un ruido de vidrios que se rompen contra el suelo. Todos en la tienda nos asomamos a ver de qué se trataba.

El asunto era que un hombre había tirado un six de cervezas al piso, por accidente…

Desde el fondo de la tienda, el hombre preguntó…

-Se me rompieron unas cervezas, fue un accidente. ?Qué procede?

La cajera le respondió con voz segura.

-Pase a pagarlas por favor.

-?Tengo que pagar, aunque no fue mi culpa?

Es obvio que ese era el inicio de un conflicto dramático interesante y valioso. Y por eso salí de la tienda rápidamente, para poder imaginar el resto y escribirlo a mi manera, sin conformarme con ese tipo de soluciones que suele generar la realidad.

El conflicto está donde sea, pero el trabajo del dramaturgo es saber desarrollarlo.

Por Admin

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *