Gerson Gómez Salas
Hemos sido incluidos en múltiples grupos de WhatsApp. Hay quienes seguimos los mismos colores del equipo de futbol. Intereses cruzados además a la fe del pasado.
Llegamos a otro sobre rock diversificado. Sobre las figuras coleccionables de Star Wars, DC o Marvel. Encontrar joyas en los mercados rodantes. Mediante compras internacionales.
Perlas en el mar de la desidia. Recuperación a la infancia tardía. Podemos adquirir muñequitos vitrinables. Pequeños trofeos a la necesidad de somatizar la avalancha del tiempo a costa nuestra.
Coexistimos en algunos grupúsculos identificados con el ala tradicional. Conservadora y algunos auto nombrados de centro. Les llamamos del eje de la vergüenza. Beneficiarios del saqueo nacional.
Distan enormidad de la postura empática. Le llaman al presidente la presirvienta. Supuran bilis con datos en basamento de las letrinas de sus patrones. Sus apellidos enranciados en un presente inútil. Maldicen como deporte.
Si llueve en Veracruz la culpa es de la desaparición del FONDEN. Deconocen las antiguas reglas de operación. Donde dos veces no se podía aprobar una misma obra. Sin importar las características del meteoro.
El gobierno de la 4T se robo ese dinero. No. Mienten. Se lo robaban y lo utilizaron por varios sexenios los gobiernos emanados del PRI y del PAN. Del orgulloso bien común apropiado por una secta de vividores, casi idénticos a ellos.
Cada señuelo tremendista y pseudo apocalíptico, a la visión de sus sobernas inconciencias, los tiene viviendo en un país socialista.
Santa cachucha.
Repudian las ayudas sociales. Cobrando por cesantía o vejez, su cachito del bienestar. No lo regalan a la caridad o a los mozos a sus servicios, las ayudantes domesticas o a fideicomisos religiosos como los comedores de los pobres.
Para eso se fregaron. Explican.
Paseamos menos tiempo e incluso ya silenciamos por semanas las aliteraciones mundanales de su contenido fake.
Son aquellos amargados. La desagradable compañía de los que no dicen nada.