Gabriel Contreras
El cruce de caminos entre la programación y la Inteligencia artificial está dando lugar hoy a nuevos códigos, nuevos formatos de expresión y nuevas élites en términos de poder tecnológico, político y económico.
La vía más plena para la automatización de los procesos hoy en día es la sumatoria de la consulta al oráculo de la IA y la producción de código. Al mismo tiempo, la revisión del feed back empresarial, la gestión de los recursos humanos y el análisis de resultados ya no dependen de un asomo al Excel, sino de bases mucho más precisas y complejas.
Si añadimos a eso que existen nuevos lenguajes y formatos para expresar todos los frutos de la creatividad, podremos concluir en que se gesta una nueva élite y una nueva condición de paria, plebeyo o analfabeta en una sociedad a punto de ser dominada en forma totalitaria por el látigo de la tecnológica digital.