Gabriel Contreras
Aunque el objetivo de los zapatos es el de estar en contante movimiento, hay quien los guarda, los acumula como si fueran algo así como un adorno o un tesoro. Los tiene ahí, en un rincón, sin ponérselos nunca.
Desconozco las razones de este hecho, y también ignoro para qué sirven unos zapatos guardados, pero es algo que ocurre con cierta frecuencia.
Te ha ocurrido? Te ocurre? Eres un acumulador de zapatos? O de plumas? O de blusas? O de libros? O de proyectos?
Hay una solución, solo una solución, y esa solo se consigue aplicándola: la solución es usarlos.