jue. Dic 12th, 2024

El Papa Francisco condenó que en nuestros días “mujeres y niños son particularmente vulnerados, violentados y expuestos a toda forma de explotación, esclavitud, violencia y abuso”, en su primer discurso en Tailandia, uno de los destinos del turismo sexual.

En su segundo día de visita a Bangkok, el Papa fue recibido en la Casa del Gobierno por el primer ministro, el general Prayuth Chan-ochoa, y posteriormente sostuvo un encuentro con las autoridades tailandesas, sociedad civil y Cuerpo Diplomático acreditado en el país.

El pontífice reconoció los esfuerzos de las autoridades tailandesas “para extirpar ese flagelo”, así como a todas aquellas personas y organizaciones que trabajan incansablemente para erradicar este mal y ofrecer un camino de dignidad.

El papa también se refirió al fenómeno de la migración que aseguró que “por las condiciones en que esta se desarrolla (…) representa uno de los principales problemas morales que enfrenta nuestra generación”.

“La crisis migratoria no puede ser ignorada”, advirtió el pontífice, y citó como “la propia Tailandia, conocida por la acogida que ha brindado a los migrantes y refugiados, ha enfrentado esta crisis debido a la trágica fuga de países vecinos”.

En su discurso hizo un llamado a la comunidad internacional a crear los mecanismos necesarios para proteger la dignidad y los derechos de los migrantes y refugiados que enfrentan peligros, incertidumbres y explotación en la búsqueda de libertad y una vida digna para sus familias.

Señaló que la libertad solo es posible si “somos capaces de sentirnos corresponsables unos de otros y superar cualquier forma de desigualdad”, destacó el sitio Aciprensa.

Tras su reunión con las autoridades de Tailandia y el Cuerpo Diplomático, el papa Francisco visitó el Templo Real, conocido como Wat Pho, en Bangkok, para encontrarse con el patriarca supremo de los budistas tailandeses y donde abogó para que las religiones sean faros de esperanza y fraternidad, destacó Vatican News.

Francisco entró en el impresionante templo budista construido en 1860 y pudo saludar al patriarca Somdej Phra Maha Muneewong, de 92 años, a quien ya había conocido durante una visita en el Vaticano, en un nuevo paso del diálogo con representantes de esta confesión.

Como los monjes, el Papa y toda la delegación se quitaron los zapatos para entrar en el templo y luego en la sala principal decorada con grandes centros de rosas se escucharon los discursos.

Luego de su visita al patriarca supremo de los budistas, el papa Francisco se dirigió en el papamóvil al Hospital Saint Louis, donde fue recibido por el Arzobispo de Bangkok, Cardenal Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij.

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